Las primeras impresiones siempre son importantes. Esto ocurre tanto al conocer a una persona como al empezar a escuchar un disco, ya que el poder de una buena primera canción puede definir la experiencia completa. En una entrevista de 2011 con el medio The Quietus, Noel Gallagher fue desafiado a elegir los 13 discos que lo formaron y uno de los elegidos fue el icónico The Queen Is Dead (1986) de The Smiths.
“Algunos dirían que The Smiths nunca grabaron un gran disco y que eran más bien una banda de sencillos, y entiendo a qué se refieren”, dijo Gallagher. “Me gusta mucho Meat Is Murder, extrañamente psicodélico con temas larguísimos. Hicieron un trabajo de campo con ese álbum. Pero recuerdo que antes de que saliera The Queen Is Dead fue todo un acontecimiento... estaban a punto de lanzar su primer trabajo discográfico como big band”.

Un disco con un comienzo inmejorable
Acto seguido, continuó: “Recuerdo haber escuchado el primer sencillo, ‘Bigmouth Strikes Again’, y ya habían pasado página. Entonces lo conseguí y la portada era horrible, una porquería. Pero luego lo puse y empieza con ese sample: ‘Oh, llévame de vuelta a la querida y vieja Blighty…’. [de la canción 'The Queen is Dead'] Fue como: ‘¡Carajos!’. Simplemente asombroso”.
Para Gallagher, esa introducción no solo captura la esencia de The Smiths, sino que crea un universo propio desde los primeros segundos. “Es uno de los mejores comienzos de un álbum”, sentenció el nacido en Mánchester, de donde también era oriunda la banda liderada por Morrissey y Johnny Marr.