“Everybody’s Got Something to Hide Except Me and My Monkey” es un claro reflejo del momento de transformación personal y creativa que vivía John Lennon durante la etapa del White Album de The Beatles en 1968. La canción actúa como un puente entre el absurdo intencional de trabajos anteriores, como “I Am the Walrus”, y la naturaleza confesional y más introspectiva que caracterizó su carrera solista.
El título de la canción y su letra en general recibieron varias interpretaciones. La referencia al “mono” recibió varios significados: mientras algunos sugieren que Lennon lo usaba como un símbolo afectuoso para referirse a Yoko Ono (él lo declaró así), otros consideran que es una metáfora sobre la adicción, ya que “mono” en inglés puede referirse coloquialmente a una carga o hábito, como el consumo de drogas.
La visión de Paul McCartney
En una ocasión, Paul McCartney ofreció su propia visión sobre esta composición, afirmando que se trataba de una analogía al consumo de estupefacientes, especialmente la heroína. “Él [John] estaba empezando a consumir drogas más fuertes que las que nosotros habíamos probado, y sus canciones comenzaron a incluir más referencias a la heroína“, comenzó diciendo en un apartado de su biografía Many Years From Now.
“Hasta ese momento, habíamos hecho referencias bastante suaves y ambiguas a la marihuana o el LSD. Pero ahora John comenzó a hablar sobre ‘arreglos’ y ‘monos’, un lenguaje más crudo en el que el resto de nosotros no estábamos involucrados“, continuó McCartney. Además, agregó que ellos estaban “decepcionados” de que se estuviese metiendo con este tipo de drogas, ya que no creía que podrían ayudarlo.
“La locura puede llevar al buen arte”
“Fue una época dura para John, pero muchas veces esa adversidad y esa locura pueden conducir al buen arte, como creo que sucedió en este caso” cerró Paul. Musicalmente, la canción destaca por su energía desbordante, con un ritmo frenético impulsado por guitarras distorsionadas y una interpretación poderosa.
Es uno de los temas más directos y crudos del White Album, mostrando la evolución de Lennon hacia un estilo más personal y menos complaciente. A pesar de las tensiones internas que vivían los Beatles durante esta época, el resultado fue una obra audaz que sigue siendo referente del rock experimental.