Todo artista de una trayectoria considerable tiene alguna canción en su repertorio de la cual se arrepiente u odia. Tal es el caso de Paul Simon, quien lleva casi siete décadas en el negocio del cuarto arte.
En varias oportunidades, el artista estadounidense ha expresado su disgusto para con sus propias creaciones, tanto en solitario como en su faceta de dúo junto a Art Garfunkel. Por eso, hoy te vamos a contar sobre tres creaciones de la pareja ícono del folk rock que Simon odia.
“The 59th Street Bridge Song”
En una charla que brindó en la Universidad de Tufts en 1966, Simon recordó su sensación antes de escribir el tema: “Me estaba poniendo de buen humor y recuerdo haber llegado a casa por la mañana, alrededor de las 6:00, por el puente de la calle 59 en Nueva York y realmente fue un día maravilloso, uno bueno”.
A pesar de que nació de un estado positivo y de bienestar, la pista nunca sonó en un concierto de su creador hasta 2018, cuando antes de interpretarla comentó: “Me voy a penalizar a mí mismo. Voy a cantar una de mis canciones que detesto”.
“Sound of Silence (Electric Version)”
Este track fue grabado originalmente en su versión acústica y, tras su lanzamiento como parte del disco debut Wednesday Morning, 3 A.M., se convirtió en el primer hit de la dupla. El éxito de “Sound of Silence” llevó a su productor, Tom Wilson, a realizar un remix eléctrico sobregrabando instrumentos eléctricos y baterías.
Esto fue sin conocimiento del dúo, quienes se enteraron en 1965, cuando salió a la luz. El colega y amigo de Simon, Al Stewart, recordó más tarde en Paul Simon: A Life: “Él se horrorizó cuando lo escuchó por primera vez…”.
“Homeward Bound”
Durante una entrevista con Playboy en 1984, Simon reveló qué es lo que no le gustaba del tema. “Odio ‘Homeward Bound’. Y luego pensé, ¿por qué la odio? Dije: ‘Oh, odio las palabras’. Así que las repasé. Después recordé dónde lo escribí. Estaba en Liverpool, en realidad en una estación de tren. Acababa de hacer un pequeño trabajo folk”.
“En aquellos días, eso era ser Bob Dylan. Tenías que ser poeta. Eso es lo que querían. Y pensé que era un lastre. Entonces me dije: Bueno, esa no es una mala canción en absoluto para un chico de 22 años’. De hecho, es bastante conmovedor ahora que lo veo”.
Sin embargo, el verdadero motivo del disgusto de Simon por su creación se debió al hecho de tener que compartirla. “Entonces dije: ‘¡Lo sé! Es que no quiero estar cantando esa canción como Simon y Garfunkel”, sentenció.