Además de ser uno de los chefs más populares de las últimas décadas, Anthony Bourdain fue un gran amante de la música. El neoyorquino se caracterizó por ser una verdadera estrella incluso por fuera del ámbito culinario, se relacionó con cientos de celebridades, incursionó en la literatura, la conducción televisiva y vivió como una auténtica figura de rock.
Bourdain fue un gran melómano, testigo del nacimiento del punk en Nueva York, lo cual lo hizo un verdadero fanático de bandas como New York Dolls, Dead Boys, The Stooges, Bad Brains, entre otras. De hecho, uno de sus amigos más cercanos comentó que su canción favorita era el clásico de The Brian Jonestown Massacre, “Anemone”.
La música alternativa y especialmente el punk fueron sus elecciones predilectas. Sin embargo, también había grupos que detestaba. En un episodio de Parts Unknown estrenado en 2011, Bourdain se reunió con la banda punk Side Effect, con quien habló de la música que jamás escucharían.
Bourdain acordó con el cantante que Creed era una banda que ambos odiaban: “¡Sí! Son como la peor banda en la historia del mundo”, aseguró el excéntrico chef sobre el grupo estadounidense que nació en los 90 en plena tendencia del grunge.