Antes de que los artistas vendieran 50 millones de cds y vinilos, como en los años 80 con discos como Thriller y Back in Black, la venta de álbumes no conocía de estos números estrafalarios. En la era del cd, vender un millón de copias era moneda corriente para las bandas y artistas consagrados, pero hubo uno que fue el primero en lograrlo.
Harry Belafonte logró ser el primero en vender un millón de discos en menos de un año con su obra Calypso (1956). El llamado “Rey del calipso” hizo historia por muchas razones: por consagrar este género musical que identifica el sonido jamaiquino; por su activismo sociopolítico, y por haber marcado este récord por primera vez en la historia de la música.
Calypso es un disco de 11 canciones y media hora de duración editado en formato analógico. La razón por la que este álbum se convirtió en un éxito total de ventas fue porque contenía el hit “Day-O (The Banana Boat Song)”, una canción que no es estrictamente un calipso pero es la más representativa de la carrera del músico.