La música es una pieza fundamental de las películas de Quentin Tarantino. Muchas escenas de sus cintas se convirtieron en memorables gracias a la inclusión de fabulosas canciones que completaron el sentido total de estos momentos.
Para sus películas, el director eligió cuidadosamente la banda sonora. En Jackie Brown apostó por la cultura negra con canciones como “Across 110th Street”, mientras que en Pulp Fiction dejó una marca imborrable en los créditos de apertura con “Misirlou” de Dick Dale.
En Perros de la calle eligió musicalizar una de las escenas más cruentas con “Stuck in the Middle With You”. Además, pudo cumplir uno de sus grandes sueños: trabajar junto al maestro compositor Ennio Morricone en Los ocho más odiados.
Sobre la elección de canciones populares para sus películas, el director de Kill Bill explicó a The Wrap: “Siempre utilicé canciones ya existentes. Y la razón básica es… que es darle demasiado poder a alguien que no soy yo sobre la película. Yo simplemente asumo que no me va a gustar”.
Tarantino se vio fascinado por la música desde niño y específicamente por la música surf. Así lo relató en diálogo con Yesterdayland: “Mi primera pieza favorita de música probablemente fue la canción de Batman. Cuando era pequeño, era la música que probablemente me hacía mojar mis pantalones”, dijo refiriéndose a la famosa canción de Neal Hefti publicada en 1966.
Sobre este género musical también habló en otra entrevista para The Spectator y dio su percepción estética: “No entiendo la conexión entre los surfers y la música surf. Para mí la música surf parece rock and roll hecho por Ennio Morricone, música rock and roll de spaghetti western, así suena”.