Hay cierta verdad en que, muchas veces, los bateristas quedan opacados cuando hay personalidades destacadas en una banda. Aunque muchos pasan a la historia por su habilidad o versatilidad con el instrumento, es difícil hablar del oficio sin reducirlo simplemente a golpear cosas. Sin embargo, la batería es más que eso, y Roger Taylor cree que la canción está antes que cualquier cosa.
Su puesto detrás de los parches y platillos acompañando a Queen lo llevó a convertirse en uno de los bateristas más respetados de su generación. Aun así, y más allá de la virtuosidad que pudieran tener Freddie Mercury o Brian May, Taylor supo destacarse con su propia impronta y talento. No solo buscaba potencia en cada golpe, sino también hacer que la melodía destacara con cada redoble.
En ese sentido, para Roger el trabajo del baterista está enfocado esencialmente en reconocer su lugar en la canción. En una entrevista, una vez declaró: “Como bateristas, impulsamos la banda, y lo más importante es tocar para la canción. No se trata de lucirse sino de ser consciente de toda la canción“.
A lo largo de su carrera con Queen, Taylor demostró que lo que dice lo aplica a su propia música. Aunque tiene momentos donde se luce como en “Fat Bottomed Girls”, dejó en evidencia que sabe cuándo mantenerse en el segundo plano. Un claro ejemplo es “We Will Rock You”, donde la batería es mínima pero reconocible al instante.