Hay canciones que guardan una historia muy particular y una de ellas es “Black Sabbath”, el track que abre el primer y homónimo disco de Black Sabbath, la banda compuesta por Ozzy Osbourne, Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward. Según el grupo, la canción se inspiró en una experiencia que tuvo Butler en los días previos a que el conjunto tomara su nombre final y mientras se hacían llamar Earth. Por aquel entonces, el bajista estaba obsesionado con el ocultismo, por lo que pintó su apartamento de negro y colocó varios crucifijos invertidos, entre otras cosas.
“Estaba muy interesado en lo oculto. Ni Satán ni nada, sólo planos astrales y cosas así”, le dijo el músico a Classic Albums, según recuerda Far Out Magazine. Por su parte, Osbourne le dio a su compañero un libro negro sobre ocultismo, escrito en latín y decorado con numerosas imágenes de Satán, el cual Butler leyó y colocó en un estante al lado de su cama antes de irse a dormir. Sin embargo, cuando se despertó, afirma que vio una gran figura negra parada al final de su cama, mirándolo. Acto seguido, el espíritu desapareció y el británico corrió hacia el estante donde había colocado el escrito antes, pero este ya no estaba.
Butler le contó esta historia a Osbourne, quien luego escribió la letra de la canción basándose en la experiencia de su amigo. Al hablar con la revista Guitar World, Geezer dijo: “Le conté a Ozzy sobre eso. Se le quedó grabado en la mente y cuando empezamos a tocar ‘Black Sabbath’, simplemente apareció con esa letra. Tenía que salir, y finalmente lo hizo en esa canción, ¡y entonces solo había un nombre posible para la banda, de verdad!”.