Hay canciones que se vuelven populares entre los aprendices de un instrumento debido a lo fácil que es tocarlas. Sin embargo, hay otras que son tan difíciles de replicar que se convierten en un dolor de cabeza, incluso para el músico más experimentado. Es el caso de “Riders on the Storm” de The Doors. La pista de L.A. Woman fue la última grabada por Jim Morrison, tan solo unos meses antes de que muriera el 3 de julio en Francia.
“Riders on the Storm” surgió de una sesión de improvisación cuando la banda estaba jugando con el track “(Ghost) Riders in the Sky: A Cowboy Legend”, una canción de vaqueros popularizada por Vaughn Monroe. De hecho, fue idea de Morrison cambiar el título a “Riders On The Storm”, mientras que Ray Manzarek fue a quien se le ocurrió utilizar el piano eléctrico para crear el efecto de la lluvia.
Manzarek ideó la línea de bajo con su teclado, pero cuando tocó grabar el instrumento le pidieron ayuda a Jerry Scheff, conocido por su trabajo junto a Elvis Presley. Lo que Scheff no sabía era que tocar “Riders on the Storm” le resultaría casi imposible, por lo que le manifestó a Manzarek su frustración.
“Le dije: ‘Es simple, de mi menor a la mayor’”, contó Manzarek. “Él respondió: ‘Oh, hombre, eso es imposible’. Le pregunté: ‘¿Qué? ¿Para ti?’. Me dijo: ‘Eso está en el teclado. Funciona muy bien en el teclado’. Miró eso en el bajo y no sé qué diablos hizo. Giró su muñeca prácticamente al revés y para el otro lado. Solo dije: ‘Lo siento, amigo, suena tan bien’“.