Los artistas tienen la capacidad de transformar cualquier cosa en inspiración para una de sus obras, incluso una tragedia. Testimonio de eso es “A Day In The Life“, la canción de The Beatles que cierra su aclamado disco Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band. Escrita por John Lennon y Paul McCartney, la pista se inspiró -en parte- en la muerte del millonario socialité Tara Browne, el joven de 21 años heredero de la fortuna Guinness que falleció tras un accidente automovilístico el 18 de diciembre de 1966.
En el libro All We Are Saying: The Last Major Interview with John Lennon and Yoko Ono, David Sheff recuerda que Lennon hizo referencia al tema en una entrevista. “Un día estaba leyendo el periódico y vi dos historias. Una era sobre el heredero de Guinness que se mató en un coche. Ese era el titular principal. Murió en Londres en un accidente de coche”, comentó. Además, reconoció que el fallecimiento de Browne no fue el único detonante que lo llevó a escribir el tema, sino que también se inspiró en una noticia sobre el mal estado de las calles de una ciudad inglesa.
Por otro lado, en la biografía autorizada de los Beatles escrita por Hunter Davies, Lennon reconoció que las palabras de la canción estaban inspiradas indirectamente en los hechos que leyó en aquella oportunidad en el Daily Mail británico. “No copié el accidente. Tara no se voló la cabeza, pero yo estaba pensando en eso cuando estaba escribiendo ese verso”. Por su parte, McCartney dijo que “se le ha atribuido a Tara Browne, el heredero de Guinness, lo que no creo que sea el caso, al menos mientras lo escribíamos, yo no se lo estaba atribuyendo a él en mi cabeza”.