Si existen dos bandas que dominaron la música popular en la década de 1970 fueron ABBA y Led Zeppelin. La agrupación sueca se había vuelto una fábrica de hits radiales luego de su single “Waterloo” y su paso por el concurso de Eurovision de 1974; mientras que la agrupación inglesa se había consolidado como un proyecto que se destacaba por producciones discográficas integrales y no por singles, aunque aún así gozaban de un éxito radial considerable.
Ambas bandas, curiosamente, compartían el récord de mayor cantidad de álbumes en la cima de los rankings de Inglaterra (recién destronados en 2018 por Kamikaze de Eminem). Pero ABBA nunca logró penetrar del todo en el mercado estadounidense de la manera en que Zeppelin lo hizo. Recién en 1979 dieron una serie de shows en territorio norteamericano (la mayor convocatoria la tuvieron en el San Diego Sports Arena de alrededor de 12 mil personas, con localidades agotadas). Así transcurría la era dorada de la industria musical, siendo prueba de ello los pocos recitales dados durante los 10 años de vida de ABBA comparado a las colosales ventas de sus discos. Al revés de lo que sucede hoy, donde las presentaciones en vivo significan la subsistencia de la gran mayoría de los artistas (o por lo menos así lo era antes de la pandemia).
Una inesperada propuesta
El encuentro entre estos monstruos de la música popular se remonta a finales de la década. Led Zeppelin se encontraba pasando un tiempo dificultoso por la muerte del hijo de Robert Plant y las adicciones de John Bonham y Jimmy Page. Los oriundos de Londres habían decidido abandonar los escenarios y recién a finales de 1978 estaban listos para retomar el trabajo de estudio. Por su parte, ABBA había publicado The Album (1977) que contenía el mega hit “Take a Chance On Me”, y lo siguieron con el lascivo single disco “Summer Night City”.
En 1978, el tándem compositivo de ABBA —Benny Andersson y Björn Ulvaeus— concretó un viejo sueño: la inauguración de un estudio de grabación propio. Fundado junto al amigo y mentor de la banda Stig Anderson, el estudio se llamó Polar Music Studios, devenido del nombre de la Polar Music —siendo Anderson uno de sus co-propietarios—, la discográfica dueña de todo el catálogo de la banda hasta el día de hoy.
Ubicado en la capital sueca de Estocolmo, Polar Music Studios se encontraba en lo que había sido un antiguo cine comercial. Equipado con la última tecnología e infraestructura acústica, el estudio estaba listo para convertirse en una referencia en cuanto a producciones musicales. Pero Benny y Björn no solamente querían allí hacer su trabajo. También buscaban que el establecimiento esté disponible para quienes lo deseen. Y querían que una de las bandas más importantes de la escena musical de entonces probara sus beneficios. Acto seguido, contactaron a Page, quien les comunicó la idea a sus compañeros y juntos aceptaron la invitación.
Luego de ensayar por algunos meses, la banda estaba preparada para dar forma a un nuevo disco y embarcaron hacia Escandinavia. La estadía de los ingleses en Suecia duró alrededor de un mes, de noviembre a diciembre de 1978. Una vez arribados al lugar fueron recibidos por Björn, quien les dio la bienvenida y amablemente le obsequió una guitarra a Page, como presente en nombre de él y los tres restantes anfitriones miembros de ABBA. Era una guitarra Ibanez que el músico utilizaría luego durante las grabaciones del disco en cuestión, In Through the Out Door (1979), particularmente en “Fool in the Rain”. Este sería el último LP de la banda antes de la muerte de Bonham en 1980.
Si bien la producción de In Through the Out Door recayó como de costumbre en Page, se trata de uno de los discos con menos aportes del guitarrista y Bonham, comparado a otras obras del grupo. Es más bien protagonizado por Plant y el bajista y tecladista del cuarteto, John Paul Jones. El disco representa un distanciamiento sonoro y musical en lo que respecta al clásico sonido de Zeppelin en contraste inmediato con Presence (1977), que por iniciativa de Page se había centrado en un sonido más guitarrero. El músico diría del álbum en una entrevista: “Fue un paso natural de la banda en su progresiva evolución ya que ni uno de nuestros discos sonaba como el anterior”.
Para ese entonces, Jones había adquirido un nuevo juguete: el teclado Yamaha GX-1, al que con gran fascinación llamaban “dream machine” (caja de sueños o caja soñada). Este instrumento estimuló e inspiró profundamente al músico, con el cual compuso y ejecutó una gran cantidad de los temas que luego aparecerían en el disco. Este instrumento fue visto con gran interés por parte de Benny Andersson. El tecladista de ABBA se enamoraría de este sintetizador y lo usaría por primera vez en la grabación de “Does Your Mother Know?” (1979).
Plant recordaría en una entrevista sobre aquellos años: “Solíamos tomarnos el colectivo con John Paul Jones por las mañanas hacia Polar Studios, la casa de Benny y Björn. Fuimos contactados por ellos, nos propusieron grabar en el estudio gratis”. Sobre la camaradería forjada entre los músicos, contó: “Les pedíamos que nos hagan conocer algo de la ciudad. Había muy buenos clubes nocturnos en Estocolmo. La gente solía irse a dormir temprano y nosotros fuimos a un club llamado Sex Club en el que de pronto aparecía una cama redonda y parejas haciendo el amor mientras nosotros tomábamos algunos tragos”.
In Through the Out Door saldría a la luz en agosto de 1979, acompañado por unas presentaciones en el Festival de Knebworth de Inglaterra ese mismo mes. Sería la primera presentación en vivo de la banda sobre un escenario luego de dos años sin dar recitales. Meses antes, ABBA ya había sacado una colección de canciones titulada Voulez-Vous (1979), el primer disco de ABBA en ser grabado en este nuevo estudio. En noviembre de ese mismo año, el cuarteto sueco se presentó durante seis fechas consecutivas en el Wembley Arena de Londres, a las que asistieron los miembros de Led Zeppelin.
Polar Music Studios se convirtió en el estudio más famoso de Escandinavia y uno de los más destacados de Europa. Parte de lo que era el establecimiento puede verse en el video de “Gimme! Gimme! Gimme! (A Man After Midnight)“. En él grabaron grandes artistas escandinavos como Roxette y Robyn. Luego de casi treinta años de funcionamiento, el estudio cerró sus puertas en 2005. Entre sus paredes se contaron las visitas de Genesis, Beastie Boys, Rammstein, Ramones y Roxy Music, entre una innumerable lista de artistas de renombre global, siendo Led Zeppelin los primeros músicos internacionales en pisar sus emblemáticas instalaciones.