Hace poco se cumplieron 10 años del aclamado disco debut de los Arctic Monkeys, Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not. ¿Cómo es que un grupo de adolescentes de Sheffield lograron dominar la escena del rock en tan poco tiempo? ¿Que tan lejos quedó aquel intorvertido Alex Turner con acné en su rostro? Aprovechamos la ocasión para repasar su carrera.
Los días previos
La historia de Arctic Monkeys comienza como la de cualquiera de los que alguna vez nos interesamos por la música. En 2001, los vecinos Alex Turner y Matt Helders pidieron algún instrumento musical como regalo de Navidad. Al poco tiempo formaron su banda con compañeros del colegio y comenzaron a escribir canciones acerca de su Sheffield natal, principalmente. En 2003 empezaron a grabar algunos demos que los fans comenzaron a ripear en sus ordenadores y a compartirlo entre ellos. Al grupo no le importó, diciendo que “no hacían los demos para hacer dinero ni nada”. Y así es como comenzaron a ganar popularidad en el norte de Inglaterra. En mayo de 2005, editan su primer EP Five Minutes With Arctic Monkeys, el cual contenía las canciones “Fake Tales Of San Francisco” y “From The Ritz To The Rubble“. Al poco tiempo ya estaban tocando en festivales como el de Reading o el Leeds con mayor concurrencia en cada presentación.
Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not
Bajo el sello Domino Records, el mismo de artistas como Franz Ferdinand o Hot Chip, la banda edita su primer LP, Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not, que se convierte rápidamente en el álbum debut con las ventas más rápidas en la historia de la música británica, vendiendo 363.731 copias en su primera semana. Un disco plagado de éxitos, con canciones como “I Bet That You Look Good On The Dancefloor” o “When The Sun Goes Down“. Canciones fuertes y directas que describían a su ciudad natal y su entorno. Rolling Stone lo describiría como “Una oleada de riffs que aumenta con la exposición repetida”, mientras que NME diría que “En esencia se trata de un despojado disco de punk rock, pero cubierto con el toque de la gran música británica”. Una extensa gira provocó la salida del bajista Andy Nicholson y la incorporación de Nick O’Malley en su reemplazo.
Favourite Worst Nightmare
En 2007 editan su segundo álbum: Favourite Worst Nightmare. Un disco muy potente con hits como “Brianstorm“, “Fluorescent Adolescent“, o “Teddy Picker“. La esencia rockera de la banda se mantenía intacta pero ya se esbozaban mejores arreglos sonoros y de calidad en cuanto a su producción y sonido. Mientras tanto, la banda seguía cosechando premios alrededor del mundo y recibiendo halagos de la crítica, especialmente en Inglaterra donde tuvieron el orgullo de ganar los premios a Mejor banda británica y Mejor álbum británico en los Brit Awards de 2008.
Humbug, un nuevo estilo musical
En 2009 editan su tercer álbum, Humbug. Amparados por Josh Homme (líder de Queens of The Stone Age) como productor se trasladan al estudio Rancho de la Luna en Joshua Tree, California, en donde Homme grababa con su proyecto paralelo The Desert Sessions. Canciones como “Crying Lightning” o “Potion Approaching” develaban el nuevo sonido de la banda: más oscuro y claramente marcado por la influencia de Homme en las perillas. La mayoria de las críticas fueron positivas y muchos resaltaban la maduración de la banda, tanto sea compositivamente como musical.
Suck It And See
Eso es lo que se leía en la portada del cuarto disco de estudio de los Arctic Monkeys. Editado en junio de 2011, el cual tuvo críticas positivas y que significaba un “retorno a la forma” según varios periodistas. Con canciones tranquilas, y retomando la forma de sus primeros LP´s, dejaron de lado aquella oscuridad, volviendo a su fisionomía habitual. Es un disco más accesible que su predecesor.
La era AM
El 9 de septiembre de 2013 sale a la venta el quinto álbum de estudio, nuevamente producido por Josh Homme y bajo el sello Domino Records. AM es el disco que los consolida mundialmente como una de las bandas de rock más inlfuyentes en la actualidad. En nuestra reseña de Indie Hoy decíamos lo siguiente:
“Los Arctic Monkeys se despachan con su disco más sensual, un disco en el que el sonido “hard-rock” que estaban buscando se choca con el R&B, y da como resultado lo inevitable: no hay otro adjetivo (que no sea sensual) que pueda salir de tal combinación (en su Facebook anotaron que el “Trip Hop” es su género principal). Alex Turner con su lírica más afilada que nunca, con su voz que se anima a nuevos registros (incluyendo falsettos) y la banda que siempre lo acompaña: Jamie Cook en la segunda guitarra, Matt Helders en batería y Nick O’Malley en bajo; todos demostrando un crecimiento y maduración (que no es lo mismo) en lo musical.”
A lo largo de sus diez años de carrera el estilo de Alex Turner ha ido evolucionando casi al mismo ritmo que su música. Atrás quedó la era Myspace y atrás quedaron las chombas Fred Perry y su look desalineado. Varias años de novio con la modelo Alexa Chung parecen haber rendido sus frutos en un Alex que hoy luce totalmente distinto: pelo engominado (al estilo de su admirado Richard Hawley), camperas de cuero y hasta incluso trajes de seda. Es asombroso ver la progresión musical de estos diez años, y en como unos chicos del norte de Inglaterra llegaron a dominar la escena del rock mundial.