A finales de los 80 y principios de los 90, el panorama musical británico oscilaba entre la experimentación y la nostalgia familiar. La electrónica comenzaba a ocupar un lugar central y cierto sector de la prensa abrazaba con fervor la distorsión de bandas como My Bloody Valentine o Spacemen 3. A la par, el Britpop empezaba el camino que terminaría en su dominio de la escena. En medio de este recambio, Heavenly apareció como una respuesta luminosa: guitarras limpias y melodías dulces, letras irónicas que atravesaban el cinismo de una industria a la que no deseaban pertenecer.
Actitud punk e ingenuidad intencional
Antes de Heavenly existió Talulah Gosh, grupo formado en Oxford en 1986 por dos chicas de 20 años que reunieron a novios y hermanos para crear una banda que dejaría una marca indeleble en la escena independiente británica de fines de los 80. Mientras asistían a la universidad, Amelia Fletcher junto con Mathew Fletcher, Peter Momtchiloff, Rob Pursey, Elizabeth Price, Chris Scott y Eithne Farry lograron captar la inocencia pop y la urgencia punk. Algo entre los Ramones y las Ronettes. En apenas dos años y varios singles, se separaron para poder terminar sus estudios.
Un par de años más tarde, los hermanos Fletcher junto con Momtchiloff y Purse volvieron a agarrar sus instrumentos. Al tiempo, Cathy Rogers se uniría para completar la formación. Con la chispa y despreocupación de Talulah Gosh, retomaron lo que dejaron pendiente y lo reorientaron hacia una dulzura aún más deliberada. Una presentación que parecía ingenua o infantil pero que, en realidad, fue meticulosamente construida.
La elección del nombre Heavenly fue una declaración de intenciones en una escena predominantemente masculina. En una época en que el rock abrazaba frecuentemente una estética agresiva y ruidosa, optar por un nombre tan suave y evocador implicaba una respuesta a ello. Era una palabra que un hombre no diría. Este enfoque sutil y calculado terminó reflejado en su música, donde la dulzura y la crudeza coexistían en equilibrio. Heavenly se convirtió en una poderosa afirmación de identidad y resistencia.
Tras los pasos de bandas como Marine Girls o Dolly Mixture, Heavenly reivindicaba la feminidad en la música con un orgullo inquebrantable. Sus canciones combinan melodías etéreas pero sutilmente mordaces, crearon un sonido con una profundidad emocional admirable. Tres acordes eran más que suficientes.
Desde su primer single, “I Fell in Love Last Night” editado en 1990, Heavenly irrumpió con un sonido que combinaba guitarras jangly con melodías pegajosas. En un periodo en el que el sello Sarah Records se encaminaba a convertirse en una leyenda en la historia del rock independiente, la banda de Oxford encontró en esta discográfica su primer hogar. La conexión con Sarah les brindó un espacio para expresarse y experimentar sin las presiones típicas permitiéndoles forjar su propia identidad. Era idealista, íntimo, hecho por “personas como vos”.
“¿Somos lo suficientemente twee?”
Si hay que hablar de Heavenly, hay que hablar del “twee”, un estilo marcado por melodías sencillas, voces suaves y letras sobre el romance y la nostalgia. Aunque esto celebraba la autenticidad, la palabra pronto adquirió una connotación negativa. Para algunos, esta actitud naíf era refrescante. Para otros, resultaba superficial e insoportable.
Aunque contaban con defensores en importantes publicaciones británicas, a menudo eran menospreciados por los críticos. Tales comentarios solo alimentaron la determinación de la banda, fortalecieron su conexión con otros artistas de Sarah Records quienes se veían afectados por la misoginia y la homofobia de los medios. A menudo, Heavenly navegaba entre el amor y el odio de la crítica. No había matices.
Su debut supo encapsular la ingenuidad y euforia juvenil. Editado como un single 7”, fue el número 13 del famoso catálogo de 100 títulos -cuidadosamente- publicados por Sarah Records. La canción anticipó el engañoso color rosa que haría de Heavenly un baluarte del indie. Después, con Heavenly vs. Satan (1991), la banda ofreció un disco debut de melodías memorables y letras inteligentes que resonaban entre quienes anhelaban una alternativa, otra forma de sinceridad.
Le Jardin de Heavenly (1992) pisó más fuerte que su predecesor. En “C is the Heavenly Option” lograron colaborar con Calvin Johnson, cantante de la banda de pop alternativo Beat Happening y cofundador de K Records. Con esto, Heavenly supo materializar en una canción el puente entre un nicho de artistas que compartían una visión común. Tras una gira por Estados Unidos, los miembros de Heavenly pudieron ser testigos de lo que pasaba en Olympia, capital de Washington. Fue allí donde entraron en contacto con la escena riot grrrl. Las ideas y la convicción en la independencia, la autogestión y el feminismo, la urgencia de agarrar un instrumento y tocar por sobre el virtuosismo. Todo esto simbolizó un segundo hogar, fue una influencia innegable y una suerte de extensión de lo que empezaron en Inglaterra.
The Decline and Fall of Heavenly vio la luz en 1994. Después de sus visitas a Olympia, Fletcher y compañía adoptaron una postura más reflexiva sobre temas de identidad y representación femenina, alejándose de las letras más ingenuas de discos anteriores. En su lugar, surgieron canciones como “Sperm Meets Egg, So What?” con un claro mensaje a favor del aborto. También, compusieron “Hearts and Crosses” que, bajo una capa de pop sesentero, narraba la historia de una joven cuyo amor se transforma en un relato de abuso.
Operation Heavenly (1996), cuarto y último disco, se publicó en octubre de ese año. Pero el suicidio de Mathew Fletcher, baterista y hermano de Amelia, soprendió a la banda unos meses antes de su edición. Después de publicarlo, los miembros restantes decidieron dar un paso al costado, dejar atrás el nombre Heavenly e intentar más tarde como Marine Research.
Un refugio para la nostalgia
33 años después de su primer single, los miembros de la banda volvieron a unirse con Ian Button (ex miembro de Thrashing Doves y Death in Vegas) en la batería. El regreso de Heavenly en 2023 fue algo inesperado pero más que bienvenido, un sueño para viejos y nuevos seguidores. Realizaron una gira que los llevó a recorrer las principales ciudades de Europa, Estados Unidos con su fin en Santiago de Chile. Este regreso estuvo acompañado por reediciones de sus discos clásicos, lo que revivió el interés por su catálogo. Además, su sonido encontró un nuevo hogar en plataformas como TikTok, donde fragmentos de sus canciones se volvieron virales.
Fletcher y Pursey, unidos en matrimonio, junto con Momtchiloff y Rogers, han recorrido caminos que van desde Talulah Gosh a Heavenly, después por Marine Research, Tender Trap, The Catenary Wires, Swansea Sound y la creación de un sello discográfico propio: Skep Wax. Cada nuevo proyecto refleja un compromiso con una ética que se mantiene ante el paso del tiempo.
En paralelo, Amelia Fletcher -líder y cantante- ha sido reconocida por su labor como economista. Fue nombrada Oficial de la Orden del Imperio Británico (OBE) en la lista de honores de Año Nuevo de 2014. En 2020, recibió el título de Comandante de la Orden del Imperio Británico (CBE) por sus servicios a la economía.
Su historia es un testimonio claro de lo que significa ser una banda verdaderamente alternativa e independiente. Frente a cada banda nueva, el amor por la música y reinvención prevalece por sobre todas las cosas. Si bien han mantenido un perfil bajo y gozan del -cuestionable- estatus de “banda de culto”, su influencia persiste. Heavenly forjó un sonido que se amplía constantemente por nuevas bandas como Widowspeak, The Umbrellas o Lightheaded. Lo de Fletcher, Pursey, Momtchiloff y Rogers sigue siendo una luz y una anomalía, un secreto a medias listo para ser revelado casi 40 años después.