Hay discos, pero también hay discazos. Existen músicas que no influencian a nadie y músicas que dejan su marca a través del los años. Bueno, como dice el tango 20 años no es nada y esos son los años que pasaron desde la salida de una de las obras maestras del rock argentino, Colores Santos. Un disco que fue un hito en su momento y lo sigue siendo ahora, un discazo que influenció a más de una generación, el punto de unión de dos grandes músicos que justamente coincidió con el pico creativo de sus carreras musicales.
“Gustavo es el artista que más admiro, el trabajar juntos es un gran estímulo para mí. Es una de las personas que más apreci. Ya se me mezcló todo, ¿no?” (Daniel Melero)
“Yo no creo que Dani este cuerdo, cosa que siempre me encanto de él. Dani siempre fue un referente para mí. Desde que escucho sus trabajos, la primera vez que nos vimos yo me quedé asombrado de ver a alguien que no operaba sus instrumentos de manera convencional y eso siempre me alucinó.” (Gustavo Cerati)
Los artistas
Gustavo Cerati llegó a 1992 con varios discos de Soda a cuestas, exitosísimas giras latinoamericanas en los años 80 y más cerca de la época, del genial y mega-exitoso Canción Animal del cual Melero también formó parte.
“Yo soy un juguetón y con Dani no nos limitamos y nos potenciamos en ese juego, esa cosa infantil de quedarnos horas embelesados por los sonidos que producimos.” (Gustavo Cerati)
“Tenemos una afinidad que tiene que ver con pertenecer a la misma generación y un recorrido de lugares en común también.” (Daniel Melero).
Daniel Melero fue líder de Los Encargados que serían famosos por recibir nada más ni nada menos que 20 kilos de fruta, en el Festival BA Rock del ‘82, que le arrojaron esos hippies “pacifistas” que iban a ver a Piero, Pedro y Pablo, Sui Géneris y León Gieco. Luego fue parte de uno de los discos pioneros en la electrónica en castellano como fue Orquesta de Carlos Cutaia (tecladista de Pescado Rabiosos y La Máquina de hacer Pájaros entre otros) que salió en 1985.
Con Los Encargados sacó en el ‘86 el disco Silencio y volvieron a grabar otro disco que nunca vio la luz. Así en 1988 saca su primer disco solista, Conga. Por esos años produce varias bandas salidas del under porteño como Todos tus Muertos y La Forma, y en 1991 produce el debut de Los Brujos, Fin de Semana Salvaje. Luego saca su segundo disco Colección vacía, considerada una obra maestra y de vanguardia de la que sólo se editaron mil copias. En 1990 edita Cámara, su tercera producción como solista. Acá ya se encuentra a Gustavo Cerati como músico invitado.
“Los que dicen que no soy músico tienen razón, de alguna manera. A veces usamos la misma palabra para designar cosas distintas. Cuando el teatro se pudo registrar en un filme, pasó a llamarse cine. Cuando la música se pudo grabar, no cambió de nombre. Mi música está totalmente ligada a los procesos de grabación» (Daniel Melero).
Ambos se reúnen por primera vez en los comienzos de Soda en 1982. Incluso Melero tocó en un accidentado show de la banda cuando por una falla eléctrica se quemó su teclado. Daniel también llegó a ser tomado en cuenta para producir el debut de la banda, hecho que quedó sin efecto porque el productor ejecutivo dijo que él nunca iba a estar capacitado para producir disco alguno. Finalmente, y por sugerencia de Federico Moura, productor del debut discográfico de Soda, grabaron “Trátame Suavemente“, de la autoría de Melero y que llegaría a las bateas años después en el primer disco de su banda Los Encargados.
Luego sus carreras tomarían caminos separados, aunque ellos se encargaron de aclarar que siempre fueron una influencia mutua. Ni los discos ni los escenarios los volvieron a juntar hasta las grabaciones y posterior gira de Canción Animal en 1990. Luego, estuvieron juntos hasta la grabación del magnífico Dynamo de 1993.
La obra
Los autores cuentan que en las diferentes y acotadas salidas en la gira latinoamericana de Canción Animal fueron juntando diferentes frascos y pócimas que les llamaban la atención, a veces por sus colores y otra por su supuesto contenido: ungüentos para la virilidad, para recuperar el amor… y demás promesas de dudosa comprobación. Dicen que ahí nació el germen del disco, el nombre de la obra y son los mismos recipientes que ilustran la portada.
“El disco más que producto de una amistad, las amistad es consecuencia del trabajo, nosotros nos vimos involucrados en una serie de música que nos gusto y detrás descubrimos a la persona, como dos músicos que se hacen amigos y no dos amigos que hacen un disco”. (Daniel Melero)
“Estamos enamorados de casi todos los temas, incluso del movimiento que tiene el disco desde el principio hasta el final”. (Gustavo Cerati)
Lo primero que tenemos que decir es que es un disco perfecto, no por la belleza incuestionable de sus canciones, sino porque el disco funciona, fluye sin pausa, pasando, en sus 50 minutos de duración, por varios estados de ánimo y es casi imposible saltear cualquier tema. Lo que sí sucede es que cuando termina la música el dedo vuelve inexorablemente al botón de play. Pero vamos desde el principio.
“Vuelta por el Universo“, una gran canción y primer corte del disco. Detalla los preparativos del encuentro de una pareja y está regada de sintetizadores y pequeños sonido casi imperceptibles. Aparece el solo de guitarra y las últimas notas quedan colgadas casi hasta el final del tema. El disco tenía que empezar con este tema, no había otra posibilidad.
“Marea de Venus” es un tema dedicado a las chicas, algunas reales otras ficticias y las correspondientes características de cada una. Arranca con una base bien arriba y unos sampleos de acoples. Es el más roquero, la interpretación vocal es bien “madchesteriana” y tiene una impronta graciosa.
“Cozumel“, el tercer track, tiene “LA” frase: Esa luz te lleva y todo lo que viste se desintegra, en la voz de Melero. “Cozumel es una isla con playas de arenas blancas” dijo Gustavo Cerati una vez, y el tema responde a eso, un beat juguetón, unos sintes por ahí, pequeños sonidos que van y vienen tímidamente y la voz que canta: “El aire ríe… sin respuesta”. Mi favorito del disco.
“Quatro“, un tema bien dance e instrumental donde los autores despuntan el vicio por la pista de baile. Una vez más hacen gala los sampleos que surcan el tema en un verdadero caos organizado.
Dice la leyenda que Carola Bony vio a Gustavo Cerati en un boliche y le acercó un demo. Así fue como la invitaron, a la hasta ese momento ignota chica, a ser parte de “Pudo ser“, el tema blusero. Sorprende el sampleo de una moneda que cae al piso y, como se encargaron de aclarar los autores, el sampleo de una moneda siendo movida por una cuchara dentro de un vaso. El tema se diluye con la frase: Pudo ser un error… lo que no fue un error es la incorporación de Carola en esta canción.
Volveríamos a tener noticias de Carola cuando Daniel Melero le produciría su disco debut en el año 1995.
“Hoy ya no soy yo“, alguien te quiere ver pero vos ya cambiaste y nada volverá a ser lo mismo. En el mismo plan del primer track esta canción, que además fue el segundo y último corte del disco, navega entre guitarras acústicas y sintes.
Los rabiosos sampleos de guitarras nos marcan que llegó “La cuerda planetaria“, un tema de Melero, un beat bailable dedicado a los planetas y al universo, una temática recurrente en la obra. No será la última noche, tampoco la última vez, no es que estemos demasiado lejos, es que ya no sé volver, dice y así el tema se va con unos coros fantasmales que se funden con más y más acoples.
“Madre Tierra” sorprende por el loop del bajo que marca el beat. Es instrumental y una vez más los sampleos están a la orden del tema. Sería en este pasaje musical donde el gran público conocería al hasta ese momento líder de Resonantes, Flavio Etcheto, ejecutando la trompeta, hecho que repetiría en Dynamo. Flavius, como se hace llamar, sería un gran colaborador de Cerati en sus distintos proyectos paralelos a Soda Stereo y también en su carrera solista.
“Tu medicina“. Un tema relacionado directamente, al igual que “Té para 3” de Canción Animal, a la enfermedad del padre de Gustavo. Se destaca las sutiles incursiones vocales de Melero interrumpiendo y contestándole a la vez a Cerati. Es un tanto desolado al comienzo pero va encontrando la luz al final junto con el tono casi épico de la voz y su correspondiente solo de guitarra.
“Alborada“, un pasaje musical aterrador, el tercer y último instrumental del disco. Lleno de sampleos de guitarras y sonidos superpuestos, nunca llegamos a definir qué estamos escuchando, pero sí el sentimiento que provoca: miedo. Una atmósfera inquietante que sirve de intro al tema final del disco, Colores Santos. Es una excelente canción que nos saca del letargo sónico del track anterior. Totalmente inspiradora, la letra tiene frases muy sugerentes, un clima muy especial y un gran solo de guitarra final.
“Colores Santos es definitivamente un disco de rock, porque siento que es como una esponja que absorbe de todas las culturas, no solamente musicales, sino que habla de la historia misma del rock y se mete con imágenes periféricas del rock”. (Daniel Melero)
El legado
La luz, los planetas, el universo, el amor, las mujeres, las dudas existenciales y una interminable dotación de timbres y sonidos pueblan esta obra clave para entender el rock y el pop argentino en los años noventa.
“Me da la impresión que con este disco llegamos bien lejos y eso me encanta, y me encanta porque es la primera vez que me pasa con alguien extra Soda Stereo.” (Gustavo Cerati)
Un amigo me decía que era imposible no sorprenderse cada vez que lo escuchaba y que cada vez tenía sensaciones diferentes, como si el disco mutara al escucharlo a través del tiempo. El periodista Pablo Schanton opinó que era como “el esperanto del pop”, es decir el disco que conjuga todos los lenguajes pop en uno solo. Es una obra que dejó un legado imborrable, de esas que redefinen la música. Años después salió Colores Santos – The Remixes, un lanzamiento que no agregaría nada más que un par de revisiones interesantes de algunos temas, pero que tampoco opaca al original. El disco fue dedicado Juan José Cerati, padre de Gustavo, que falleciera meses antes.
Se hicieron dos videos de los temas “Vuelta por el Universo” y “Hoy ya no soy yo“, el disco no tuvo una presentación en vivo y es algo que lamentaremos, pero todo pesar se diluye cuando volvemos a poner Colores Santos en el reproductor.
Gustavo Cerati / Daniel Melero – Colores Santos
1992 – Sony BMG
01. Vuelta por el Universo
02. Marea de Venus
03. Cozumel
04. Quatro
05. Pudo Ser
06. Hoy ya no soy yo
07. La Cuerda Planetaria
08. Madre Tierra
09. Tu Medicina
10. Alborada
11. Colores Santos