Es verdad que el logo de Shed Seven se parece al de Oasis, y que también sus peinados y sus forma de vestir son iguales, claro que son iguales a ese Oasis de los ’90 y no al del ahora con asesor de vestuario totalmente cool envueltos en camperas de cuero y bufandas a modo de corbata. Pero si pensamos un poco, ¿qué banda de los ’90, inglesa, no tenía algún parecido entre sí?
Bueno, dejemos un poco la estética de lado y vamos a lo que realmente importa: el disco que dejaron los muchachos de York en 1996, A Maximum High. 12 canciones que cumplieron con todos los requisitos que hasta ese momento pedía el estatuto brit-pop – y ojo que unos años antes, en 1994, ya habían despuntado otro gran disco de muy buenas canciones- . Pero a pesar de tener varios éxitos en su país, y este gran disco bajo sus brazos, los chicos de Shed Seven nunca estuvieron cerca del éxito comercial de bandas como Pulp, Oasis, Blur, Suede, sino más bien del costado de bandas como Northern Uproar y Bluetones, bandas que por estos lados eran muy difíciles de escuchar y tener algún dato.
A Maximum High arrancaba pisando el acelerador de una canción como “Getting Better” que abre el disco sin miedo, con la típica distorsión del rock inglés, bien envolvente y ruidosa, y con un plus: los muchachos se dieron el lujo de meter dentro de la canción algún que otro arreglo de viento. Después de ese comienzo a pura guitarra con guiños a los Stone Roses, y por supuesto a los eternos Smiths, Shed Seven no baja el nivel de bardo hasta la melodiosa y popera “Going Ford Gold“, donde se toman un respiro y dejan que la calma haga su trabajo y que se relajen un poco las fatigadas neuronas. Pero llegando casi a la mitad del disco no se aguantaron más y otra vez suben el tono. Llega sin duda el mejor tema, lejos, del disco: “On Standby“. ¿Y por qué era y sigue siendo el mejor tema del disco? Muy fácil: La canción pasa por todos los estados posibles, arranca con guitarras limpias y una voz clara, y después de unos pocos segundos se dispara con una estrofa y un estribillo que son una muestra de cómo se debe combinar correctamente el pop y el rock. A partir de acá el disco se mantiene parejo, entre melodías tranquilas y algún que otro sobresalto rockero anfetaminoso de distorsión. Pero cuando parecía que A Maximum High ya había dado todo lo que tenía en materia de estribillos, aparece “Bully Boy“, y tenemos que decir que el tema es la envidia de cualquier banda con ganas de hacer un tema pegadizo y con onda, dos cosas muy difíciles de combinar.
Ahora el brit pop está gastado y fuera de uso, pero por suerte, todos aquellos que en los ’90 supimos prestarle el oído a esta camada de bandas, hoy tenemos guardado un puñado de discos llenos de canciones que para un sábado nublado y después de un par de cervezas son ideales. Y todos aquellos que no pusieron atención a Shed Seven por distintos motivos, bueno, siempre habrá un YouTube que les dará asilo. ¡Salud!
Shed Seven – A Maximum High
1996 – Polydor
01. Getting Better
02. Magic Streets
03. Where Have You Been Tonight?
04. Going for Gold
05. On Standby
06. Out by My Side
07. Lies
08. This Day Was Ours
09. Ladyman
10. Falling from the Sky
11. Bully Boy
12. Parallel Lines
13. Song Seven