A finales de 1972, los Rolling Stones seguían trabajando fuera de Inglaterra a raíz de su exilio fiscal. Luego de la exitosa gira de Exile on Main St., el disco doble grabado en la mansión de estilo neoclásico que Keith Richards había alquilado en la Costa Azul francesa, sus majestades satánicas se reunieron en los estudios Dynamic Rounds de Kingston, Jamaica, para cocinar su nuevo plato, Goats Head Soup, el undécimo disco de la banda, publicado originalmente en agosto de 1973 y reeditado el pasado 4 de septiembre con material extra.
Aquel long play fue el último realizado en colaboración con el productor norteamericano Jimmy Miller, que venía trabajando con los Stones desde Beggars Banquet (1968), y contó con la participación del saxofonista Bobby Keys y los tecladistas Nicky Hopkins, Billy Preston y Ian Stewart, entre otros músicos.
Además de presentar un audio mejorado, la nueva edición de Goats Head Soup incluye el inédito “All the Rage” y los singles “Cris Cross” y “Scarlet”, estrenados hace algunas semanas.
Esta última canción había surgido de casualidad en 1974, durante una zapada en el sótano de la casa de Ron Wood —hasta ese momento guitarrista de los Faces— en Richmond, al oeste de Londres, y contó con la participación de Jimmy Page. De hecho, está dedicada a la hija que el entonces guitarrista de Led Zeppelin había tenido en 1971 con la modelo francesa Charlotte Martin.
El tema finalmente fue grabado en octubre de 1974, y además de Mick Jagger, Richards y Page, participan Ian Stewart (teclados), Rick Grech (bajo y coros) y Bruce Rowlands (batería). Curiosamente, Ronnie no grabó ninguna guitarra, aunque a los pocos meses terminaría uniéndose a los Rolling Stones en reemplazo del saliente Mick Taylor.
Además del disco original remasterizado y los mencionados bonus tracks, la edición “Super Deluxe Box Set” incluye también demos, outtakes, remixes y el vivo Brussels Affair (Live 1973), un álbum de 15 temas grabado durante un concierto en Bélgica, que debió realizarse allí luego de que el gobierno de Francia les prohibiera a los Stones tocar en su territorio por asuntos vinculados a las drogas.
Goats Head Soup no fue bien recibido en su momento por el público más purista de la banda y tuvo duras críticas por parte de la prensa especializada. En el semanario británico New Musical Express, el periodista Nick Kent escribió acerca del tema “Angie”: “Este es, hasta la fecha, el trabajo más deprimente que he tenido que hacer como crítico de rock. Esta canción es un terrible error desde cualquier punto desde donde se mire. Es atroz”.
Finalmente, “Angie” logró trepar a los primeros puestos de los charts en Estados Unidos, Francia, Canadá, Australia y Reino Unido, convirtiéndose en la balada más famosa de la banda británica y un auténtico himno stone.
La historia de Angie había comenzado en Suiza, en abril de 1972. Allí estaba internado Richards, en una clínica de rehabilitación, como consecuencia de su adicción a la heroína.
“Me senté en la cama y escribí ‘Angie’ en una tarde. Empecé a cantar: ‘Angie, Angie’. No era sobre nadie en particular. No era más que un nombre, podría haber sido, ’ooooh, Diana’”, relató el guitarrista en su biografía oficial titulada Vida. En la misma clínica, y casi simultáneamente, la esposa de Richards, la modelo Anita Pallenberg, estaba dando a luz al segundo hijo del matrimonio —el primero fue Marlon, en 1969. En esta ocasión se trató de una niña a la que, obviamente, le pusieron de nombre Angela.
Goats Head Soup cuenta con otras baladas como “100 Years Ago”, “Winter” y “Coming Down Again” —cantada por Richards—, los rocanroles “Silver Train” y “Star Star”, el tremendo rhythm and blues “Hide Your Love”, y canciones un tanto más oscuras como “Dancing with Mr. D, Doo Doo Doo Doo Doo (Heartbreaker)” y “Can You Hear the Music”.
A cuarenta y siete años del estreno original de Goats Head Soup, los renegados de Dartford confirman, una vez más, que su caja de Pandora es inagotable.