Strangeways, Here We Come fue el disco armagedón en la carrera de The Smiths, ese disco que estalló y rompió todos los vasos, incluso los de ellos después de haber brindado por su último regalo a miles y miles de fanáticos que en tan sólo cinco años de trayectoria habían recolectado por todas partes. Muy pocos meses después, Morrissey da a conocer Viva Hate, su primer disco como solista. Era el punto final de The Smiths, pero una coma en su carrera.
Este disco suena bastante similar a The Smiths, en internet la gente tiene una duda frecuente entre las canciones “Suedehead” y “I’m So Sorry”; la segunda no existe y se la adjudican a la banda. “I’m so sorry” es sólo el estribillo, tan pegadizo como melancólico de la primera. El primer hit del chico de las flores. El videoclip nos retrata su filosofía, conjeturas entre El Principito y Rebelde sin causa. Viva Hate está justo en el medio, donde los pétalos levitan en sueños pero cuando caen al suelo se manchan con sangre. Su lírica traspasa la desgracia del amor en una historia pequeña como también el desagrado al sistema que lo gobierna.
Hay momentos en los que que se extraña la guitarra de Johnny Marr, pero Viva Hate es el disco de Morrissey que más conserva la escencia de los Smiths. Luego, su camino se fue ramificando en algo cada vez más subjetivo, como las páginas de un diario íntimo que toda niño sensible sabrá de lo que estamos hablando. Viva Hate tiene tanta bronca como delicadeza, la voz tiene una mayor presencia para funcionar como un instrumento más, los pozos que dejaron los riffs de Marr fueron rellenados con las flores que Morrissey mejor sabe sembrar, deslizándose por el amplio jardín de sus cuerdas vocales. Las otras cuerdas tienen su mayor énfasis en la estridente “Angel, Angel Down We Go Together” y la hipnótica bailable “I Don’t Mind If You Forget Me“.
“Angel, Angel Down We Go Together” tiene una compañera en cuanto a la poética: la segunda canción del disco, “Little Man, What Now?“. En ambas Morrissey reflexiona sobre la podredumbre social, señalando que un tallo que se cae o se quiebra, puede enfermar el resto del jardín. Para eso hace dos canciones sumamente tristes como si las flores, en realidad, ya estuvieran puestas en una tumba.
Sin duda el reciente ex Smiths tenía guardadas en su cajón la receta perfecta para hacer de una canción melancólica un extraño golpe de alegría. Pero fue con la ayuda del productor Sthephen Street que Morrissey logró hacer los dos temas más aclamados por el público, para que no se empiecen a llamar a los fantasmas de la banda: fueron la ya mencionada “Suedehead” y “Everyday Is Like Sunday“. Con estas dos, su público pudo ir metiéndose por la neblina, como fundiéndose de a poco, esfumándose, en su carrera solista.
Viva Hate cierra con “Margaret On the Guillotine“, una canción que remarca su odio frente a Margaret Thatcher. “¿Cuándo se va a morir?” se pregunta entre tantos otros interrogantes presentes en el disco. Varios años después, en el 2013, cuando le llegó la hora a la ex Primera Ministra del Reino Unido, Morrissey escribió una carta abierta reafirmando su felicidad y nunca ha perdido la oportunidad de gritar su desprecio. El mismo día de su último Luna Park, 10 de diciembre del 2015, Mauricio Macri asumía como presidente de la nación. Se vieron en pantalla gigante imágenes de todo tipo de represión, en lo que terminó en silbidos hacia la “Dama de hierro” en todo el estadio y una crítica hacia los líderes políticos mundiales.
Morrissey – Viva Hate
1988 – HMV / Sire/Reprise / EMI
01. Alsatian Cousin
02. Little Man, What Now?
03. Everyday Is Like Sunday
04. Bengali in Platforms
05. Angel, Angel Down We Go Together
06. Late Night, Maudlin Street
07. Suedehead
08. Break Up the Family
09. The Ordinary Boys
10. I Don’t Mind If You Forget Me
11. Dial-a-Cliché
12. Margaret on the Guillotine