En 2018, la periodista Carolina Santos se encontraba investigando sobre diversos temas de la cultura rock, cuando advirtió sobre las pocas menciones hacia artistas mujeres. Durante los siguientes días, se propuso visitar cada librería de Buenos Aires en búsqueda de todo libro o registro disponible que tratara sobre la historia del género en nuestro país, para luego sentarse a tomar cuenta de cada una de las mujeres que apenas eran mencionadas en sus páginas.
Así fue que Santos acudió a la casa editorial de Gourmet Musical para poner manos a la obra y armar el equipo que la ayudaría a crear lo que hoy conocemos como Al taco: Historia del rock argentino hecho por mujeres, el libro que busca que sus lectores “puedan descubrir la épica del rock hecho por mujeres y dimensionar el gran aporte de todas ellas a la construcción de este género en nuestro país“, como cuenta la coautora Silvia Arcidiacono en conversación con Indie Hoy.
El equipo que llevó a cabo el libro contó con dos etapas de formación. En primera instancia, para desarrollar las más de cien entrevistas que dieron un marco conceptual al proyecto, fueron parte Víctor Tapia y Verónica Tossounián; luego se sumaron Gabriela Cei y Arcidiacono, escritoras que se conocían con Carolina desde que tenían 12 años. Toda una vida compartida desde la música y la escritura fue más que suficiente para escribir un libro que visibiliza a las mujeres de nuestro rock y, más importante, señala el acto sistemático de omisión y reducción de la figura femenina en los libros de historia. La historia, cuento sabido, siempre se escribe desde el costado opresor.
“Conocernos ayudó mucho a la hora de acordar qué abordaje queríamos darle al libro y el modo de administrar las tareas de investigación y redacción”, sintetizan las autoras. El siguiente paso fue delimitar desde qué año estudiarían la presencia y omisión de mujeres en el rock argentino. Carolina se abocó a los primeros 30 años, Gabriela investigó los 90, y Silvia los 80 con foco en el punk y el heavy metal. “Nos pareció que la crisis del 2001 y la llegada del siglo XXI constituyeron un límite natural, un antes y un después tanto en lo político y social como en la escena del rock en nuestro país”, afirman.
En cuanto a la edición, el libro busca presentar la historia de la manera más fiel posible. Es decir, no cuenta una sucesión de hechos y nombres de manera lineal, sino más bien narra un entramado de relaciones entre artistas dentro de un contexto sociohistórico particular. De todas formas, el libro también cuenta con un índice onomástico para aquellos que quieran seguir la linealidad de una artista en particular.
Los temas que trata el libro calaron hondo en la formación personal y profesional de las autoras. El ejemplo más gráfico lo trae Silvia Arcidiacono, quien además es traductora. Esa profesión y el amor por la música fueron influencia de sus padres, quienes de jóvenes tenían un disco de onomástico titulado como Por favor, yo. Este nombre en castellano despertó la curiosidad de Silvia hasta que de adolscente comprendió que la referencia era a Please, Please Me, y la traducción correcta sería Por favor, complaceme. Así, Silvia concluye en que “el amor por la música y la buena traducción se lo debo a mis viejos que siempre me dejaban sus discos a mano”.
A lo largo de la última década, es notable la firmeza con la que se naturalizó y se multiplicó la presencia de mujeres en la música argentina. Feminismo y música hecha por mujeres caminan casi de la mano, y no hay género ni estilo que esté ausente de figuras femeninas. “Ninguna chica pensaría hoy en escapar o mentir para ensayar o tocar en vivo con su banda, como lo documentan testimonios en nuestro libro”, afirman las autoras.
Sin embargo, también advierten que no existe aún una verdadera correspondencia con la participación de los espacios de difusión y mucho menos de los dividendos de la industria. Incluso el recorte temporal y el fin del libro -en su doble sentido- tambalearon ante la situación actual. Las autoras señalan con alerta que la neoliberalización del país puso en jaque muchos de los espacios conquistados por mujeres artistas. “Confiábamos en que no haría falta visibilizar a las mujeres que hicieron rock en estos últimos años, cosa de la que empezamos a dudar en vista de la coyuntura política actual, con los avances de la extrema derecha en el mundo y su consecuente retroceso en materia de equidad de género”, cuentan.
Quizás este comentario deje la puerta abierta y el interrogante hacia posibles futuros trabajos sobre neoliberalismo, mujeres y cultura, aunque solo el tiempo responderá. Por lo pronto, aquello que Al taco intenta develar tiene que ver más con mostrar a las mujeres y diversidades que suben a los escenarios, que con el legado que alguna vez se les negó y que hoy les pertenece. En ese sentido, Arcidiacono cita a la filósofa Celia Amorós: “Todo poder tiene que ver con una genealogía, y sin historia cada generación se siente como una recién llegada. Que este libro pueda sumar en ese sentido sería nuestra máxima aspiración“.
Al taco: Historia del rock argentino hecho por mujeres (1954-1999) de Carolina Santos, Gabriela Cei y Silvia Arcidiacono se encuentra en librerías.