Las editoriales Dobra Robota y Walden continúan con sus ediciones de la serie 33 1/3. Después de publicar los de Aphex Twin y The Velvet Underground, acaban de poner en circulación el que Marvin Lin escribió sobre Kid A, el disco que Radiohead publicó en el año 2000 y que fue una bisagra en su carrera.
Los liderados por Thom Yorke venían de conquistar a la crítica con OK Computer (1997) y abrazaban el nuevo milenio con una obra que desafiaba el concepto de una banda de rock. Kid A, el cuarto trabajo de los de Oxford, es el reflejo de una humanidad que empezaba a dejar de ser lo que era.
A modo de adelanto del libro, las editoriales nos comparten el siguiente fragmento.
«Kid A, en particular, fue lanzado justo en el momento en que se llevaba a cabo un cambio dramático en la forma en la cual experimentábamos la música, cuando comenzaba a elaborarse una clara distinción entre nuestras concepciones populares de música en formato «físico» y música en formato «digital». Si bien iTunes Store de Apple fue revelado al público unos tres meses después de Kid A, fue Napster, el famoso software de intercambio de archivos peer-to-peer, el que delineó de manera más controversial los desafíos que planteaba la música en formato digital. Para los fanáticos, Napster era un sueño hecho realidad, un mundo digital en el cual prácticamente toda la música que desearan estaba a unos pocos clics de distancia. Para la industria, en cambio, Napster era una amenaza inminente a su modelo de enormes ganancias. Resulta que competir con lo gratuito es muy difícil. Sin embargo, a pesar de que Metallica y Dr. Dre rápidamente iniciaron acciones legales contra Napster, Radiohead no dudó en abrazar la nueva tecnología. En el verano del 2000, la banda había comenzado una pequeña gira por el Mediterráneo con el objetivo de presentar material nuevo que luego formaría parte de Kid A. De un día para otro, literalmente, la grabación ilegal de los shows fue copiada y compartida online. «Tocamos en Barcelona y al día siguiente el show completo estaba en Napster», dijo Colin en el programa de noticias Newsnight de la BBC. «Tres semanas después tocamos en Israel y el público sabía las letras de todas las canciones nuevas y fue increíble». El ritmo generado por la nueva tecnología debe haber interesado también a los managers de la banda y a su sello discográfico, dado que aprovecharon las posibilidades promocionales que ofrecía internet desarrollando software especialmente dirigido a la rabiosa comunidad online de fans».
Sobre el libro y el autor
«No había chance de que Kid A sonara como OK Computer. Estaba harto de la melodía. Solo quería ritmo», decía Thom Yorke para Q Magazine tiempo después del lanzamiento del cuarto álbum de Radiohead.
Influenciados musicalmente por Warp Records e ideológicamente por el libro No logo de Naomi Klein, con Kid A Radiohead desafió a la industria musical que quiso imponerlos como «la banda alternativa que salvaría al rock de la decadencia» para convertirse en un grupo que funcionaría bajo sus propias reglas creativas y comerciales. En este libro, Marvin Lin analiza por qué Kid A constituyó una clara ruptura respecto de la estética anterior de Radiohead: la incorporación de máquinas de ritmos y sintetizadores, sobreponiéndolos a la instrumentación tradicionalmente asociada al rock; la creación de las letras mediante cut-ups dadaístas; el uso de breves piezas audiovisuales en lugar de videoclips; el apoyo explícito a movimientos ecologistas y anticorporativos, y una postura crítica frente a la industria musical que derivó no solo en la organización de su propia gira sin sponsors, sino también en la adhesión temprana al naciente paradigma de circulación, acceso y consumo de música mediante softwares de intercambio como Napster.
Kid A, lanzado en el año 2000, fue un disco duramente criticado por los medios especializados y resultó desconcertante para los fans. Si bien rompía con la lógica que sostenía Radiohead desde hacía más de media década, con el tiempo fue revalorizado como un álbum fundamental en el desarrollo conceptual de la banda.
Marvin Lin es fundador y editor de la webzine TinyMix Tapes. Anteriormente, fue editor de Pitchfork y de la revista alternativa The Wake de la Universidad de Minnesota.