A 46 años de su nacimiento, The Residents dará su primer show en Argentina este viernes en marco del ciclo Martes Indiegentes (todavía quedan tickets). Con más de 50 discos editados, llegan para presentar su más reciente producción, Shadowland (2015), tercera parte de una trilogía en vivo que contiene los temas más emblemáticos de su carrera y videos inéditos.
Randy, Chuck y Bob conforman la actual formación de este power-trío que ya es un emblema de la música experimental y del arte multimedia. Nos costó elegir solo 5 canciones pero aquí están los cinco títulos elegidos para darse un adelanto en casa de lo que escucharemos mañana a la noche en Niceto:
“Perfect Love“
En 1980 publicaron su disco Commercial Album mediante los sellos Ralph Records, Pre Records y Charisma Records, con John Travolta y Barbra Streisand en su portada. El concepto alrededor del disco es reducir la tradicional canción pop comercial a una canción de un minuto: en total son 40 “viñetas” de apenas un minuto. “Perfect Love” es la típica canción de amor que no puede faltar:
“Constantinople“
Este es el opener de Duck Stab!/Buster & Glen, el disco que publicaron en 1978 y que cuenta con guitarras de Philip “Snakefinger” Lithman. Canciones cortas para que sean más accesibles y que luego formarían parte de ese culto en el que se transformó el grupo. “Constantinople” es una de ellas.
“Easter Woman“
Siguiendo con los openers, este es el de Commercial Album, mismo álbum que contiene la ya recomendada “Perfect Love“. Sigue la fórmula de un minuto y de “parodia” a los hits de las listas Top 40. El objeto acá, la conejita de Pascuas.
“Smelly Tongues“
El aclamado debut del grupo se llamó Meet The Residents y no solo parodia al segundo disco de los Beatles, Meet the Beatles!, desde el título sino también desde la portada. “Smelly Tongues“, y todo este disco, sienta los cimientos de lo que los Residents no van a ser.
“The Walrus Hunt“
The Residents despide la década del ’70 con su disco Eskimo, disco que se demoró pero que pagó la espera: es considerado una de sus mejores obras a la fecha porque izan la bandera de la experimentación más alto que nadie. Muchos efectos que fueron interpretados con instrumentos caseros que se le suman a una libre interpretación del idioma Inuit, utilizado por pueblos originarios del Ártico Norteamericano. Así suena esta caza de morsas: