En un país tan vasto como el nuestro, no sorprende quese desarrollen múltiples escenas a lo largo y ancho del territorio. Algo que siempre sucedió pero que con internet se hace más visible y permite que no haga falta viajar hasta Córdoba para saber cómo es su movida. O al menos tener un panorama de lo que está pasando en esa provincia, en la que no es todo cuarteto y donde cada vez hay más sellos independientes. El 2015 tuvo una gran cosecha en tierras cordobesas: estos 11 discos (ordenados alfabéticamente, no en orden de preferencia) certifican que en la Docta hay varios movimientos, con estilos para todos los gustos.
Anticasper – El Éxtasis del Siglo
Ringo Discos
Anticasper sería un gran candidato a embajador del rock cordobés en cualquier cancha. Vocación experimental, juventud hermosa y sensitiva y amor por las grandes canciones se entrelazan con virtud en El Éxtasis del Siglo. El EP es arrollador por donde se lo mire, pero también es un terreno fértil para la búsqueda del detalle fino. Con cinco piezas que podrían ser la joya oculta de cualquier playlist contemporánea, Anticasper muestra una cara comprometida con la modernidad y sigue marcando diferencia a través de letras, frases melódicas y efectos sonoros que sorprenden. La construcción rítmica de la música del grupo ha ganado un lugar evidente en el proceso compositivo, que también se ve ampliado por pinceladas de teclados y sintetizadores y coros de gran factura. Es, sin dudas, un grupo que todavía está buscando su forma definitiva y juega el juego de las canciones nuevas con especial énfasis en la psicodelia y la deformidad. Pero en medio de esa búsqueda, el instinto pop ha llegado para quedarse. Como un alucinógeno recreativo, la música de Anticasper se disfruta con el cuerpo tanto como con las ideas. Juan Manuel Pairone
De La Rivera – Family Game
Discos del Bosque
Family Game no es un disco actual. Parece una gema grabada en los 80 que recién pudo ver la luz en 2015. Desde el primer track podés trasladarte a cualquier escena de película o serie de la onda de Scarface o Miami Vice. Y no sólo la música es la que te hace viajar, sino que el nombre del disco remite a la legendaria consola de videojuegos. Esta familia cordobesa se propuso hacer canciones de amor, de relaciones fallidas y de relaciones con futuro pero con algo en común: el ritmo. A lo largo de todos los temas no se puede dejar de bailar. Bancados por exponentes de la música local como Emmanuel Horvilleur y Nico Cota, quienes ponen la voz en “Aniversario” y “Clark Kent”, respectivamente, De La Rivera se ponen a la cabeza en el circuito regional, ofreciendo un sonido viejo, pero totalmente innovador en realación a lo que está sonando hoy en Argentina. Franco Vacchetta
Disney Sixteen- Motivational Mix
Not Working
Que la música pueda llegar a uno, movilizarlo, excitarlo, contenerlo o animarlo es a veces un simple efecto colateral de una forma personal de expresión, un instrumento de catarsis, un reflejo de la aceptación o la lucha de un ser y sus íntimas contingencias. Disney Sixteen es esencialmente eso, la mejor forma que encuentra Nicolás Fuentes de llenar de sentido sus vivencias, vicisitudes, benevolencias y males internos. Un portaestudio, soltura, ligereza y creatividad lo ayudaron a crecer y, simultáneamente, a evolucionar su propuesta. Crear música, como una suerte de apoyo espiritual, le sirvió durante sus primeros años en Córdoba, desafiando oportunidades y conociendo limitaciones con Can Can’t. También reflejó su persistente búsqueda por encontrar un equilibrio interno en el contundente Seeking Balance. Hoy, retrata las experiencias de un viajero que disfruta de los placeres de ciudades costeras y encontró vitalidad en el consumo de frutas y verduras. Motivational Mix es su manera de expresar los aprendizajes y las recetas (literalmente) que le han brindado dicha y satisfacción en este último tiempo. Las hipnóticas, tropicales y enormemente placenteras construcciones musicales que lo acompañan (junto a todos los efectos que puedan ocasionar en el oyente) son sólo efectos colaterales de una singular motivación que empujó por ser compartida y que, nuevamente, nos tiene a nosotros como beneficiarios. Agustina Checa
Fabricio Morás – Ruido Como Antes
Independiente
¿Qué hace que una canción funcione? La respuesta, como cabe suponer, es un precioso misterio que nos invita a pensar que lo importante puede escapar al simple cálculo de elementos compositivos. Y es la búsqueda de este misterio la que parece haber guiado a Fabricio Morás por la senda alquímica de Ruido Como Antes, su tercer LP solista. Sin incurrir en excesos (todo está ahí, en su justa medida), el ex –Sur Oculto sintetiza su vasta experiencia en un puñado de canciones delicadas y honestas que, a medio camino entre la nostalgia y la revancha, parece reconocer en el ruido una especie de saudade. En esa clave se suceden las 12 canciones del álbum. 12 piezas que se respiran con un pulso irrepetible y que, oscilando entre el folk (el de acá y el de allá) y el rock clásico (el de allá y el de acá), reclaman para sí el ritmo de escucha de un buen vinilo. Quizás sean esos climas, esa vitalidad, ese color analógico los que convierten a Ruido Como Antes en un disco anacrónico. Un disco que promete diluir distancias como los discos que le sirven de referencia (los de Dylan, Lennon, Neil Young o Flopa Lestani) y a los que vuelve, subliminalmente, para rendirles un sentido homenaje. ¿Qué hace que estas canciones funcionen? No lo sé. Por lo pronto me conformo con poner play y dejar que su música fluya. Calamar Xig
La Isla Común – La Isla Común
Discos del Bosque
La Isla Común tiene un capital fundamental: el humor. Sus canciones recorren diferentes paisajes asociados al rock y al pop, desde Onda Vaga a Sui Generis, desde Blur a Wilco. Sin embargo, lo que las hace grandes canciones es su universo lírico y su capacidad de separarse de cierto tono solemne con estilo propio e imágenes cotidianas llenas de fantasía. Con diferentes disfraces sonoros, cada uno de los componentes del trío desarrolla un personaje que interviene en las historias. Formas de cantar y decir lo que se dice. Melodías que construyen armonías vocales y desnudan la verdadera identidad de este grupo (un trío vocal inspirado, criado bajo la influencia de Beatles y Spinettas). El resultado final es apenas un comienzo de camino. Un primer disco que, en tiempos de excesiva seriedad, ofrece diversión, ocurrencias y, por sobre todo, grandes momentos forjados con palabras que quedarían fuera del estribillo modelo de cualquier canción radiable. Como para comprobar una vez más que el pop es una de las grandes herramientas para reforzar o cuestionar esa pequeña cosa llamada sentido común. Juan Manuel Pairone
Lautremont – Isla
Independiente
¿Alguna vez han soñado que bailaban? ¿Han soñado que el ritmo se les colaba por los huesos y los obligaba a contorsionarse de manera involuntaria? Yo sí, y créanme que esa sensación extraña fue lo primero que se me vino a la cabeza cuando escuché el último disco de Lautremont, entidad bifronte conformada por Darío “Viejasound” Bustos (guitarra, voz, programaciones) y Guillermo Camusso (batería, programaciones). Retorcido, deforme, confuso y –de a ratos– extrañamente sensual, el sentido del groove y el imaginario de Isla adquieren una investidura propia que, aún cuando resulte difícil reducirlos a los estándares de los géneros a los que estamos acostumbrados, podría reclamar para sí el calificativo de “lyncheano”. Basta escuchar “Córdoba City Blues”, “Blade Runner” o “Jean Carlo’s Panic” para notar que la apuesta rítmica se despega de los trabajos anteriores, aunque a su manera profundice la búsqueda de aquel sonido “bailable” iniciado en Luy (el segundo LP, editado en 2012 por Ringo Discos, el cual supuso un verdadero quiebre en el horizonte estético del dúo). Una apuesta que no solo pone en perspectiva la historia de la banda, sino que también interpela a ese archipiélago de expresiones heterogéneas que hemos dado en llamar “la escena cordobesa”. Una isla dentro de otra dentro de otra. Eso es, ni más ni menos, Isla. Calamar Xig
Los Fantasmas del Descenso – Superparklife
Independiente
Hilarante para algunos, no tan hilarante para otros, el nombre de la banda de Luciano Pastore y Lisandro Masuet puede leerse como una amistosa animosidad. El primero de los calificativos sin duda gana la contienda una vez que uno se ha adentrado en la primera producción del dúo, Superparklife, una oda a los lugares comunes y la irreverencia de la mismísima existencia.
Con sensatas y deliciosas alegorías a viejas y habituales situaciones (la eterna lucha para dejar el cigarrillo, la inminente adultez, el amor que aburre) la banda relata experiencias, describe personajes y detalla escenarios con el tacto y la sabiduría de un buen trovador. El EP, ecléctico, dinámico y, ante todo, apacible, erige con sensatez los diferentes ambientes desde donde ejercer una impune apropiación de elementos de cultura popular (“sos mi Chernobil” es sin dudas mi favorita). El resultado es un disco directo que conmueve en su sencillez e impresiona en sus delicadas y minuciosas elecciones estéticas, tan presente e ineludible como cualquier entidad que aterrorice con la posibilidad de perder la categoría. Agustina Checa
Madre Chicha – Viaje a Motelo Mama
Basura! Discos
Basura! Discos fue uno de los sellos más activos de 2015. Sobre final del año apareció Música del espacio, de Fer Mercadal, y deslumbró con su sencillez y su impronta rítmica para construir atmósferas plácidas y relajadas, en una suerte de registro ambient con tanto de ciencia ficción como de negritud. Pero unos meses antes, otro grupo del sello pateó el tablero y entregó uno de los discos más originales del año. Eso es Viaje a Motelo Mama, segundo álbum de Madre Chicha, que fue grabado y mezclado junto a Juanito el Cantor. Con un crisol de ritmos y estilos profundamente tropical y posmodernista, el álbum se distingue desde el inicio por su paleta sonora, sus texturas y la inclusión de sampleos y referencias de todo tipo. Con la cumbia flashera como paraguas estilístico amplio, las canciones navegan entre carnaval, milonga, acid-rock, hip hop, electrónica y una cumbre sonora que le declara la guerra a los grupos y artistas prefabricados. Guitarras que van y vienen, rimas que recuerdan a lo mejor del rap en español y la creatividad y la experimentación como principal timón llevan este barco a un viaje interminable a través de la espesura de la música popular latinoamericana. Juan Manuel Pairone
MCTP- Lo poco que vamos a recordar
Lo-Fi Records
Hay quienes deambulan por la vida intentando combinar canciones con momentos. Una proeza inusual que brinda un gran regocijo a quien haya conseguido lograrlo con exactitud. Para adeptos al séptimo arte y las producciones audiovisuales, como los MCTP, la actividad debe tornarse un tanto ineludible. Quizás, por su rareza y la acogedora satisfacción que brindan en su encuentro, sean exactamente aquellos instantes Lo poco que vamos a recordar. Esquivando especulaciones, lo cierto es que el segundo disco de Martinez y los CamposTorresPalacios es un eximio soundtrack para cualquier tipo de ejercicio reflexivo sobre la vida; cualquier añoranza de calma en un día ajetreado; cualquier celebración de optimismo frente a panoramas desoladores; cualquier elección de bienestar en conflicto con impulsos internos y cualquier despojo de temor para combatir la viciada soledad. Con una excepcional producción que tiñe de placer cada segundo que se aventure a su encuentro, MCTP nos brindó un sublime reservorio de estímulos para ser complementados con paisajes, sensaciones y vivencias exteriores. Melancólico y jovial como la vida misma. Agustina Checa
Morsa Light – Morsa Light
Independiente
En vivo, Morsa Light ha repetido pocas veces su formación. Intencionalmente o no, ese elemento mutante es muy representativo de este momento que atraviesa el proyecto musical de Agustín Parodi. Persiguiendo su sueño artístico (y a contramano de los otros artistas, esos que sueñan con escapar del interior y triunfar en la tele y los teatros), Agustín se ha mudado de la frívola y estival Mar Del Plata a la Córdoba de las bandas emergentes para hacer una carrera musical. Ese proceso lo es todo, y él es el bardo de su propio cambio (“No cambió la playa / pero yo cambié”). Pero no está dejando atrás sólo una geografía. El disco es un adiós a creencias, valores y personas con las que ya no siente pertenencia (“No los reconozco / No son mis hermanos”). Con algo de cinismo pero con compromiso, en su despedida no se pierde de denunciar esos elementos anti-ideales que rechaza: la rutina del trabajo, la inercia de los estudios universitarios, el exitismo y el dinero (“creo que no naciste muy libre / no te gusta tanto tu carrera / sos el hombre de hoy”). Él, como tantos, adolece de no poder identificarse con el gris mundo adulto moderno, al que tiene en ciernes como una espada de Damócles. En la faceta instrumental, el disco presenta una sensibilidad pop más bien minimalista y delicada, matizada ocasionalmente por coros y sintetizadores criteriosos y realzando por sobre todas las cosas la apacible voz de “El Colo” (de la escuela de Spinetta y Aristimuño). Ahí, en lo vocal, reside la consistencia de una banda de formación inconsistente. Pero, mutatis mutandis, la banda es la forma y la forma es un accidente. La verdadera Morsa Light es invisible a los ojos. Alberto Curuchet
Telescopios – El Templo Sudoku
Independiente
Según dicen un sudoku bien hecho solo puede tener una solución, y algo de eso sugiere el último trabajo de los jóvenes y prometedores Telescopios. Aunque a simple vista pueda resultar menos poético y directo que su trabajo anterior (Verbo, 2014), la jerarquía de este LP -tanto en lo que respecta a la producción como a la composición- no merece menos que halagos. Construido a partir de programaciones meticulosas, melodías sutiles y una exquisita variedad de texturas (particularmente producto de la incorporación de teclados, pero sobre todo por el excelente modelado de las guitarras), El Templo Sudoku acentúa el costado pop de la banda acercándola al registro de lo último de Unknown Mortal Orchestra o Tame Impala. Un trabajo soberbio que parece no admitir correcciones conceptuales o estéticas, y que afirma su goce en temas como “Fuego“, “Ninja” o “Ciudad de Tampa” (la canción que mejor sintetiza todos los aciertos del disco). Hedonismo Neo-Psicodélico para todos y todas. Calamar Xig