El 12 de mayo de 1965, en un estudio de grabación de Hollywood, nacía una de las canciones más icónicas de la historia del rock. "(I Can’t Get No) Satisfaction" de The Rolling Stones marcaba un antes y un después para la banda y para toda una generación que buscaba ponerle palabras a su inconformismo. Este lunes se cumplen 60 años de su grabación y ese icónico riff sigue tan fresco y combativo como entonces.
En tiempos en los que los Stones todavía coqueteaban con baladas barrocas como "As Tears Go By", "Satisfaction" los volcó decididamente al rock más crudo. El single fue un éxito instantáneo en Estados Unidos, donde alcanzó el puesto número 1 del Billboard en julio de 1965, y desde entonces no paró de crecer en escuchas alrededor del mundo.

Pero más allá de los rankings, "Satisfaction" representa un punto de inflexión cultural. Fue el principio del fin de la inocencia pop y el primer bastión del rock contestatario, con una cadencia que anticipaba el punk, pero con swing británico. Phil Spector, el genio detrás del "muro de sonido", lo resumió a la perfección: "'Satisfaction' no es solo una canción, es una verdadera contribución a la causa".
En un mundo que empezaba a agrietarse por dentro, donde la publicidad prometía felicidad y el sistema exigía obediencia, los Stones aparecieron con una canción que repetía una y otra vez lo contrario: "No puedo obtener satisfacción”. Sesenta años después, sigue siendo un mantra. A continuación, 5 datos para entender el impacto de "(I Can’t Get No) Satisfaction”.
1. Surgió a partir de un sueño de Keith Richards
El riff de guitarra de "Satisfaction" se considera uno de los más grandes de todos los tiempos. El riff, tocado por Keith Richards, se convirtió en la columna vertebral de la canción, esencial para su éxito. Según Richards, la idea surgió mientras dormía y fue grabada en un simple casete en su habitación de hotel. Al despertar, no recordaba haber compuesto el riff, pero al escuchar la grabación -formada en su mayor parte por ronquidos-, supo que había algo especial en ese sonido.
2. Fue censurada en el Reino Unido y Estados Unidos
"Satisfaction" no solo fue un éxito rotundo, sino que también ayudó a los Stones a consolidarse como la banda de rock más influyente de su época. A nivel comercial, el tema alcanzó el primer puesto en los charts y se mantuvo ahí durante cuatro semanas. Esto representó el primer número uno para la banda en Estados Unidos, lo que consolidó su internacionalización.
Sin embargo, no fue todo color de rosas. En el Reino Unido, la canción inicialmente fue transmitida solo por estaciones de radio pirata debido a su letra considerada "sugestiva sexualmente". En los Estados Unidos, algunas emisoras censuraron líneas específicas como "trying to make some girl", también por su contenido.
3. La distorsión fue accidental (y revolucionaria)
El sonido tan distintivo del riff principal fue logrado con un pedal Maestro Fuzz-Tone, un efecto que Keef usó inicialmente como guía para una futura sección de metales, la cual terminaría no quedando. El productor Andrew Loog Oldham insistió en mantener esa toma, lo que terminó popularizando el uso de la distorsión en la guitarra eléctrica y marcando un antes y un después en la sonoridad del rock. La demanda del pedal se disparó tras el lanzamiento.
4. Se convirtió en símbolo de una juventud inconforme
La canción se convirtió en un himno de rebeldía para una generación desencantada con la sociedad de consumo. La frase "I can’t get no satisfaction” logró sintetizar la frustración existencial y juvenil de la década de los 60 y fue adoptada por miles de adolescentes de todo el mundo como bandera y como crítica al conformismo, al sistema capitalista y la represión sexual.
5. Tuvo versiones memorables
A lo largo de los años, "Satisfaction" fue versionada por diversos artistas, destacándose la interpretación de Otis Redding, que finalmente incorporó las secciones de viento que originalmente había imaginado Richards. También es notable la versión de Devo, que transformó la canción en una interpretación robótica y satírica, obteniendo la aprobación de Mick Jagger.