Banksy siempre nos sorprende con su arte político y denuncia. En marzo de este año, el artista británico realizó un mural en Nueva York, en colaboración con el muralista Borf, en forma de protesta por la injusta encarcelación de la arista turca Zehra Dogan, que se encuentra en prisión desde marzo de 2017 con una condena de 2 años y 10 meses por haber realizado una pintura que describe la destrucción causada por el ejército turco en la localidad kurda de Nusaybin.
En el día de ayer (17 de julio) Banksy ha publicado en su cuenta de Instagram la carta completa que recibió de parte de Zehra Dogan, donde ésta le agradece por el acto político y reaccionario que representa su mural de protesta. Esta carta fue enviada de manera ilegal, ya que a Dogan no se le permite hacer llamadas telefónicas o enviar cartas.
“Estoy escribiendo y enviando esta carta de maneras clandestinas“, asegura la artista que describe el lugar como “un calabozo con historia de torturas sangrientas, en una ciudad con muchas prohibiciones, en un país negado”. Y continúa describiendo las condiciones en las que vive en la prisión Diyarbakir en Turquía, asegurando que oye “sonidos horribles de docenas de aviones de combate que parten a bombardear nuestras hermosas tierras, montañas y ciudades”.
“Con tu apoyo, mi pintura ha alcanzado la misión de mostrar las atrocidades… no puedo estar más agradecida con Borf y contigo. Nunca me hubiera imaginado que mi obra fuera proyectada en una ciudad como Nueva York. Paso 12 horas al día imaginando y esto está más allá de mi imaginación. Me siento más fuerte y ahora estoy pintando Afrin”.
Si bien Dogan no tiene permitido realizar arte en la prisión, se las ha rebuscado con pedazos de papel y tintes que obtiene a partir de comida, bebida y su propia sangre.
El hecho artístico político comenzado por Dogan ha creado una cadena de reacciones, más allá de las de la sociedad en general, que continúa la denuncia: desde el mural de Bansky en forma de protesta hasta esta carta que, de manera clandestina, lograr cruzar los límites del poder y llegar a todo el mundo a través de la influencia de Banksy y las redes sociales.