Hay canciones que les demandan a sus escritores largas sesiones de pensar ideas, plasmarlas en el papel y retocarlas hasta dar con el resultado deseado. Pero hay otras que, por el contrario, surgen en un abrir y cerrar de ojos. Tal es el caso de “Paranoid”, el track de Black Sabbath.
En febrero de 1970, Ozzy Osbourne y compañía debutaron con su disco homónimo, mientras que a mediados de septiembre de ese mismo año publicaron Paranoid, su segundo LP de estudio, dando testimonio de la productividad y rapidez del conjunto para lanzar música en una época en la que no se le dedicaba tanto tiempo a cada tema.
“Gran parte de Paranoid se escribió en la época de nuestro primer disco, Black Sabbath”, dijo el bajista Geezer Butler a Guitar World en 2004 (vía Far Out Magazine). “Grabamos todo en unos dos o tres días, en vivo en el estudio. La canción ‘Paranoid’ fue escrita como una ocurrencia tardía. Básicamente, necesitábamos un track de relleno de tres minutos para el álbum, y a Tony [Iommi] se le ocurrió el riff. Rápidamente hice la letra y Ozzy la leía mientras cantaba”.
Posteriormente, como parte de las notas del álbum en vivo Reunion (1998), el bajista señaló que la música del single “Paranoid” se escribió “en cinco minutos”. “Luego me senté y escribí la letra lo más rápido que pude. Todo se hizo en unas dos horas”, agregó el artista sobre el tema que, según sus palabras, “trata sobre la depresión, porque realmente no sabía la diferencia entre depresión y paranoia”.
“Es una cuestión de drogas. Cuando estás fumando un porro, te vuelves totalmente paranoico con la gente y no puedes identificarte con nadie. Existe ese cruce entre la paranoia que tienes cuando estás fumando marihuana y la depresión posterior”, afirmó. Aunque llevó tan poco tiempo, “Paranoid” se convirtió en uno de los temas más importantes, no solo del segundo disco de Sabbath, sino de toda su discografía y de la historia del heavy metal.