“Iron Man” es una de las canciones más icónicas de Black Sabbath. El track incluido en Paranoid (1970) se ha convertido en una pieza mítica del rock y el heavy metal. Signada por una letra misteriosa y oscura, con toques de ciencia ficción apocalíptica, es portadora de un riff de guitarra único que se volvió un motivo ineludible para el rock clásico. Pero, ¿cuál es la génesis de tan icónica canción?
La letra de “Iron Man” poco tiene que ver con el superhéroe interpretado por Robert Downey Jr., aunque sí contiene la idea de un ser sobrehumano, con características soprendentes para la voz que lo describe en la canción. “¿Está vivo o muerto?”, “¿Ha perdido su cabeza?”, “¿Puede ver o es ciego?” se pregunta el yo de la canción ante el ser de extraña naturaleza. Descubriendo poco a poco el lugar que ocupa frente al resto de los hombres, una especie de “The Fool on the Hill” de The Beatles pero con espíritu vengativo, el narrador nos cuenta que nadie lo quiere y que está cubierto de hierro.
Sobre cómo surgió la idea de la canción que desafiaría el paso del tiempo, Geezer Butler explica: “No puedo recordar exactamente lo que dijo Ozzy, pero fue algo como: ‘¿Por qué no hacemos una canción llamada ‘Iron Man’, o tal vez ‘Iron Bloke’?’”.
“Eso me hizo pensar en un trozo de metal y luego ponerlo todo en un contexto de ciencia ficción. Todo fluyó desde ahí”, recuerda.
Butler, bajista de la banda, recordó la conexión que en ese momento tenían con la ciencia ficción y ese es el espíritu que sobrevuela la canción:
“Estaba muy involucrado en la ciencia ficción en ese momento. Por aquel entonces la moda era la carrera espacial. Me inspiraba en ese tipo de historias para contar muchas de las cosas sobre las que escribía”.
El hombre que viaja al futuro y ve el apocalipsis, la transformación de su naturaleza humana y la venganza contra la raza son los condimentos del género que hacen esta letra única, acompañada de una sonoridad y un riff que la volverían influyente. Un antes y un después en el heavy metal.