Bien se sabe que Bob Dylan nunca fue reconocido por ser un guitarrista virtuoso ni mucho menos. Cuando uno piensa en él posiblemente se le venga a la cabeza alguna de sus increíbles canciones, marcadas por letras pesadas, poéticas y con una carga emocional que vale por sí misma más allá de cualquier ejecución. Tal vez esa sea la razón por la cual el músico nunca se interesó tanto en volverse un erudito de las seis cuerdas.
Por otro lado, la fascinación de Dylan por la música tampoco se centró en el apego a un instrumento en específico, siempre los vio como una herramienta para reproducir su discurso. De niño, empezó tocando el piano y, a menudo, trataba de imitar con cierta gracia el estilo de Little Richard durante algunas presentaciones en su colegio.
A medida que el músico fue creciendo, se enamoró de la música folclórica y fue en ese momento que comenzó a aprender a tocar la guitarra. Además, en ese entonces también se volvió muy bueno con la armónica, por lo que durante muchos de sus primeros conciertos en los clubes folk de Minneapolis y Nueva York, se sentaba únicamente como un armonicista.
Lo que sigue es historia conocida: se convirtió en el cantante de protesta más importante de la década del 60. Pero para lograr lo que hizo, el artista tuvo que sincerarse y volverse mejor músico de lo que ya era, crecer y ser aún mejor en todos los instrumentos. Por esa razón la habilidad de Dylan con la guitarra fue mejorando mucho a lo largo de su carrera, aunque ni siquiera así llegase a estar al nivel de colegas contemporáneos.
Entre esos músicos se encontraba Mike Bloomfield quien, según Dylan, es el mejor guitarrista que ha escuchado. Así lo recuerda el medio Far Out, cuando en el documental No Direction Home el autor de “Like a Rolling Stone” -canción que tuvo como colaborador al mismo Bloomfield- se refirió al tiempo que trabajó con el músico.
“Mike Bloomfield había escuchado mi primer disco y quería enseñarme cómo se tocaba el blues. No había nadie mejor que él. Podía superar a cualquiera. Cuando llegó el momento de incluir a un guitarrista en mi disco, no podía pensar en nadie más que no sea él”, confesó Bob y sintetizó “es el mejor guitarrista que he escuchado”.
Escuchá “Like A Rolling Stone” de Bob Dylan a continuación.