Dave Grohl y los Foo Fighters fueron el centro de una nota llevada a cabo por el periodista Anthony Mason para el programa CBS Sunday Morning de la televisión estadounidense.
En su entrevista con Mason, el ex Nirvana contó cómo fue atravesar los días posterior al suicidio de Kurt Cobain:
“Pasé por un período realmente oscuro en el que ni siquiera podía escuchar la radio porque se me rompía el corazón sólo de escuchar música”.
A pesar de su tristeza y sufrimiento por la muerte de su amigo, Grohl encontró respuestas y sanidad en aquello que, hasta el día de hoy, lo hace feliz: el cuarto arte. Es por eso que, tras un lógico tiempo de duelo, el oriundo de Virginia decidió dejar de lado sus inseguridades sobre su capacidad como escritor y materializar todas aquellas canciones que tenía en su mente, y nunca había sacado a la luz, incluso sin creer que estas lograrían tener éxito y, claro está, sin imaginarse que ese puñado de ideas se transformaría en el puntapié inicial de una de las bandas más grandes de rock de la actualidad.
Grohl explicó:
“Cuando grabé lo que se convirtió en el primer álbum de Foo Fighters no pensé que fuera un disco. Yo sólo quería levantarme y salir a tocar algo. Incluso si nadie lo escuchaba nunca. Mucho antes, había estado grabando canciones solo y nunca había dejado que nadie las escuchara, porque realmente no pensaba que fueran tan buenas. No me gustaba mi voz. No creía que fuera un compositor. Y yo estaba en una banda con uno de los mejores compositores de nuestra generación, así que realmente no quería agitar el avispero. Esa es la famosa broma: ¿qué fue lo último que dijo el baterista antes de que lo echaran de la banda? ‘Hola chicos, tengo algunas canciones que creo que deberíamos tocar’. Así que me las guardé para mí”.
En otra parte del diálogo con Mason, Dave se refirió puntualmente a los complejos que tenía con su voz en un principio: “Desearía poder cantar como John Lennon, Adele, Josh Groban o lo que sea, ya sabés. Ojalá pudiera. Pero, ya sabés, fui criado en un punk rock realmente disidente, ruidoso y loco. Así que a muchos de mis vocalistas favoritos, la mayoría de la gente no los consideraría cantantes. Simplemente gritan, pero la cruda pasión en eso es lo que más aprecié porque encuentro la belleza en la imperfección y es algo que amo de nuestra banda”.
Y luego sentenció:
“Tenemos un dicho en esta banda: ‘Si mejora, va a empeorar’. Y me llevó años superar el hecho de ser el cantante del grupo. Me tomó un tiempo y luego pensé ‘¿Sabés qué? Voy a salir y gritar’. Y después empezó a ser divertido”.