Mientras que muchos artistas del mundo de la música reniegan de su pasado y tratan de alejarse de él, Dave Grohl tiene bien en claro que el legado de Nirvana ayudó a impulsar a los Foo Fighters.
El ex baterista del legendario grupo de grunge liderado por Kurt Cobain formó su banda actual en 1995, tan sólo un año después del fallecimiento del esposo de Courtney Love, y lejos de echarse para atrás frente a la negativa por parte de los fans de Nirvana, Grohl transformó el odio en motivación.
“Estaban como, ‘¿Cómo te atrevés a estar en un grupo de nuevo? Tu música es una mierda. [Nirvana] era una banda real y ustedes no lo son”, contó Dave en un diálogo con Mojo y que recopila NME.
“Es como si pensara, ‘¿De verdad crees que eso me va a detener? Sólo me dan más putas ganas de hacerlo. Entonces, podés seguir diciendo lo que quieras, pero me importa una mierda.”
Pero el haber pertenecido a Nirvana no hizo que todo sea negativo al comienzo de su posterior aventura con Foo Fighters, ya que el músico oriundo de Warren, Ohio también admitió que su paso por el conjunto de Seattle siempre actuó como una “ventaja.”
“Nunca tuve miedo de decir que si no fuera por Nirvana, los Foo Fighters no estaríamos en la misma posición en la que estamos ahora”, agregó Grohl en la entrevista con la mencionada revista.
“Tuvimos una ventaja desde el principio y fue que había un interés en la banda por eso. O sea, es obvio.”