Dave Grohl es un músico más que abierto acerca de sus influencias. En diversas ocasiones, el cantante y guitarrista de Foo Fighters ha explicitado cuáles son las bandas y artistas que han sido parte de su formación artística y entre ellos se encuentran The Beatles, Led Zeppelin, Motörhead y más. Sin embargo, el exbaterista de Nirvana tiene un pasado muy primigenio con la música que se remonta a su infancia y definitivamente lo marcó a fuego.
“Yo descubrí la música escuchando la radio AM en el Ford de mi madre”, explicó a la revista People en una entrevista realizada en 2020 (vía People). Según comentó, la madre era una maestra de escuela pública y solía llevar a su casa un tocadiscos. Como no pertenecía a una familia adinerada, Grohl se las ingeniaba para ganar dinero cortando el pasto y así poder comprar discos. “Mi primer disco fue uno de la colección K-Tell llamado 20 Original Hits by the Original Stars que incluía gente como KC and the Sunshine Band”.
Fue en este disco que el músico descubriría la canción que cambiaría su visión sobre la música: “Había una canción llamada ‘Frankenstein’ de The Edgar Winter Group. Es una canción instrumental y es maravillosa. Realmente cambió mi vida. La escuchaba y de pronto veía la música, no solo la escuchaba. El disco se volvió mi posesión más preciada”.
Esta canción fue estrenada en 1972 y se volvió altamente popular, logrando alcanzar el puesto más alto del Billboard Hot 100 en Estados Unidos. De 9 minutos de duración, “Frankenstein” tiene muchos rasgos de rock progresivo, incluso solos de batería al estilo de John Bonham, con lo cual no resulta sorprendente que este track haya fascinado al pequeño Grohl. Más allá de las influencias posteriores, esta fue la canción que le abrió las puertas hacia la música desde otro lugar y que permanece en su memoria como una de las primera epifanías en torno a lo que luego sería su profesión.