Por el momento, no tendremos una reunión de Pink Floyd. O al menos eso parecen indicar las declaraciones de sus integrantes. Sin embargo, la banda británica ha dejado un repertorio invaluable y difícil de jerarquizar. Es por ello que para el guitarrista David Gilmour no le resultó nada fácil escoger su canción favorita de esa mítica agrupación.
Fiel a su carácter reservado, el artista se ha negado en varias ocasiones a responder cuál es un composición favorita de su propia discografía. Por lo general, los fans tienden a pensar que podría tratarse de “Echoes”, “Comfortably Numb” o “The Great Gig in the Sky”. No obstante, y según una reciente publicación, el veterano músico prefirió otro tema un tanto inesperado.
Concretamente, Gilmour señaló: “‘High Hopes’ de The Division Bell es una de mis canciones favoritas de Pink Floyd de todos los tiempos“.
La elección de ese corte publicado en 1994 tomó por sorpresa más de un melómano que prefiere lo que el proyecto de rock progresivo y experimental presentó durante sus primeros años. Y es que para la época de The Division Bell ya el grupo se había transformado en algo muy distinto a nivel sonoro y conceptual. No solo por la ausencia de Roger Waters, sino por la inclusión del productor Bob Ezrin, de varios músicos de sesión y de Polly Samson (por entonces novia de David), quien fue co-autora de la mayoría de canciones del disco junto con el guitarrista.
Sobre el aporte creativo de su ahora expareja en aquella etapa, Gilmour comentó: “Empecé a escribir cosas y a buscar la opinión de ella. Y poco a poco, como escritora y como persona inteligente, empezó a agarrar el remo, y la animé”.
“High Hopes” fue el segundo sencillo desprendido de The Division Bell y su título se lo dio Douglas Adams (amigo de la escuela de David), quien eligió esa frase del segundo verso. Por otra parte, este track retrata la infancia de Gilmour en Cambridge y los momentos de su vida en que más aprendió lecciones trascendentales. No caben dudas entonces de por qué ese tema significa tanto para él.