En julio de 1973, Led Zeppelin brindó tres shows en el mítico Madison Square Garden de la ciudad de Nueva York en los que deslumbró a sus fanáticos estadounidenses. Dada la situación, Robert Plant, Jimmy Page, John Paul Jones y John Bonham decidieron registrar su tríada de conciertos para convertirlos en lo que luego se llamaría The Song Remains the Same, la película que fue estrenada en septiembre de 1976.
El largometraje estuvo a cargo de Joe Mascot, el elegido por el grupo británico para sentarse en la silla de director y registrar los mejores momentos de cada velada. Sin embargo, al revisar el material, la banda descubrió que gran parte de lo que el filmmaker había grabado era de baja calidad y necesitaba ser más funcional.
Ante la imposibilidad de unir todas las piezas del rompecabezas, Mascot fue despedido y reemplazado por Peter Clifton, quien tuvo la difícil tarea de remediar todos los errores previos de su colega. Con tan solo un puñado de buenas tomas, Clifton dudó a la hora de aceptar el desafío, pero luego decidió seguir adelante, aunque con un reto aún mayor: conseguir más material para la cinta. Pero, ¿de dónde iba a surgir materia prima para la película si Plant y compañía ya habían realizado sus recitales?
Según recuerda Far Out Magazine, la idea que se le ocurrió a Clifton fue “recrear el escenario del Madison Square Garden en los Shepperton Studios de Londres“. “Mucho de lo que vemos en The Song Remains the Same es en realidad Zeppelin tocando en una habitación vacía. [Para ellos] la banda se mostró en la pantalla en el metraje anterior capturado por Mascot y podía posicionarse y moverse en consecuencia”, asegura el medio.
Así, Clifton se enfocó en obtener primeros planos y tomas de media distancia que pudieran editarse y empalmarse al material original de Mascot, en el que ya había tomas de larga distancia y de la multitud que colmó el legendario recinto de NYC. Sin embargo, habían otros dos problemas: Bonham tenía un corte de pelo diferente al de los conciertos reales y Plant se había arreglado los dientes, detalles que el cineasta tuvo que considerar cuidadosamente.
Al referirse a las regrabaciones, Page dijo en alguna oportunidad: “Estoy imitando en Shepperton lo que había tocado en el Madison Square Garden, pero por supuesto, aunque tengo una aproximación bastante cercana de lo que estaba tocando noche a noche, no es exacto. Así que la película que salió en los años 70 tiene un poco de todo”.