Parece que en Finlandia encontraron la solución para esos recitales que terminan resultando un fiasco. ¿Cuántas veces a la salida de un recital dijimos “Malísimo, ¡me tendrían que devolver la guita!”? Bueno, hay un país que tomó nota de esto.
Los recitales y festivales son cada vez más caros y es responsabilidad de los organizadores y de los artistas que el show sea lo que realmente vale. Es por ello que la Junta de Discusión del Consumidor Finlandés ha aprobado una ley que le permite al público de un recital exigir un reembolso si este ha sido malo. El reembolso, cuenta el jefe de la Junta Paul Stahlberg, sería del 50% y no tendría en cuenta estados de embriaguez pero sí enfermedad pues, según Stahlberg, músicos que actúan “drogados” no ofrecen necesariamente malos shows. Otra condición es que la opinión sobre el concierto en cuestión debe ser general y no personal.
Una decisión que parece estar adecuada y bien implementada, ya que no es que se lleva a cabo con el reclamo de una sola persona, sino en un reclamo generalizado. Estaría muy bien que se tome en cuenta en algunos países de Latinoamérica esta norma.