Appetite for Destruction es el disco debut de Guns N’ Roses y también uno de los más icónicos de su carrera. Estrenado en 1987, no fueron solo sus canciones las que se volvieron hitos del rock, sino también su portada. Devenida en una imagen simbólica de la banda, detrás de la cruz con las calaveras caracterizadas como los miembros de la banda existe un historia de ideas fallidas.
Un año antes del lanzamiento de Appetite for Destruction ocurría un suceso histórico de la década: el transbordador espacial Challenger se lanzaba al espacio y en cuestión de segundos se destruía en el aire, ocasionando la muerte de sus siete tripulantes. La imagen de esa destrucción recorrió las portadas de medios gráficos y se volvió muy representativa de la época. Axl Rose pensó en justamente esa fotografía para el primer álbum de la banda, pero desde la discográfica Geffen se opusieron por cuestiones morales y de corrección política: consideraban que sería de mal gusto.
Al recordar la situación, Rose dijo:
“Supuse que como aparecía en la portada de la revista Time, entonces también deberíamos poder usarla nosotros. No estaba destinado a ser despectivo. Esa fotografía simplemente me voló la cabeza”.
Luego la banda mutó a una idea con caricaturas a cargo de Robert Williams que tampoco es la que conocemos al día de hoy.
Como todo proceso creativo, las portadas de los álbumes suelen pasar por etapas de ideas descartadas hasta que aparece la definitiva. No obstante, algunos artistas imaginaron cómo se hubiera visto el Challenger dentro de la estética de Guns N’ Roses:
https://www.instagram.com/p/BofXkj2BvCa/