A lo largo de sus tres décadas y media de vida, Guns N’ Roses ha visto pasar por sus filas a casi una decena de guitarristas. Hoy en día es Slash el principal responsable de cumplir con esa tarea, pero se encuentra bien respaldado por Richard Fortus, quien recientemente recordó a excompañeros y explicó qué fue lo que hizo que la estadía de estos en la banda californiana no sea más extensa.
En una entrevista con Todd Kerns, Fortus se refirió y habló sobre dos de los violeros con los que compartió escenario y grabaciones como parte del grupo liderado por Axl Rose: Brian Patrick Carroll, mejor conocido como Buckethead, y Ronald Jay Blumenthal a.k.a. Ron “Bumblefoot” Thal.
Sobre el primero de sus colegas nombrados, Fortus reconoció: “Bucket es un tipo muy musical, pero creo que hay muchos chicos como él: fenomenales, prodigiosos y talentosos. Sin embargo, eso no significa, necesariamente, que vayan a funcionar en una banda”.
Acto seguido, el oriundo de St. Louis agregó: “Creo que la música de Buckethead es muy buena, lo que hace por su cuenta. Al final, es un tipo que sabe arreglárselas para hacer que tres guitarristas funcionen al mismo tiempo en una banda como la nuestra, lo cual no es nada fácil. Él salía ahí y permanecía de pie, siendo raro a su manera, y después se empezaba a mover más en los coros, y eso era increíble. Lo entendió, lo interiorizó, era un gran talento. Sin embargo, la cosa es que, a nivel social, la gente como Bucket se pasa mucho tiempo en su dormitorio ensayando a solas. Tanto que al final no llegan a… digamos que todo es diferente para ellos a nivel social. Cuando estás en una banda, tenés que saber empatizar con la gente y creo que a Bucket le costaba mucho hacer eso. Siempre me llevé muy bien con él, pero creo que lo pasaba mal a ese nivel”.
Por otro lado, a la hora de referirse a Blumenthal, Richard, de 54 años, afirmó que este vivía una situación similar a la de Carroll.
“Lo mismo le pasaba a Ron ‘Bumblefoot’ Thal”, aseguró. “[Él] lo pasaba muy mal intentando asimilar este concepto de banda que gira por el mundo, porque nunca había participado de algo así antes. Cuando pensás en el tiempo que te pasaste ensayando con otras personas, en tocar en el escenario con otra gente, viajar en una furgoneta, dormir en el suelo con tus compañeros… Eso te enseña a cómo estar ‘casado’ con otras cuatro personas”.
“En realidad, no deja de ser una habilidad que aprendés, algo que tenés que desarrollar o que, de otra manera, no va a funcionar. Tenés que jugar en equipo, pero también dejarte llevar y estar motivado”, concluyó.