La relación entre Jason Newsted y el resto de los integrantes de Metallica duró desde 1986, después del trágico fallecimiento de Cliff Burton, hasta 2003, año en el que el bajista abandonó la banda después de que sus compañeros se negaran su solicitud de tomarse un año sabático para dedicarse a su proyecto paralelo, Echobrain.
Dada la fecha de su ingreso al conjunto californiano, el primer álbum en el que Newsted trabajó junto a James Hetfield, Kirk Hammett y Lars Ulrich fue …And Justice for All, placa que este año cumplió las tres décadas desde su edición.
Es debido a este motivo que Hetfield, Ulrich, Hammett y el sucesor de Jason, Robert Trujillo, se sentaron a hablar con el editor en jefe de Rolling Stone, David Fricke, sobre el proceso creativo y toda la producción detrás del disco, y como no podía ser de otra manera, el nombre de su colega salió en medio de la charla.
Consultado por Fricke sobre la aparente lucha de Jason para encontrar su lugar dentro del equipo de Metallica y el sonido general de la banda, James dijo:
“Creo que debe haber sido muy agridulce para él. Como un sueño hecho realidad, pero ‘estoy entrando en el lugar de alguien que nunca podrá ser reemplazado. Debe haber sido muy difícil, para él y para nosotros fue difícil. Simplemente lo fue. Y la psicología te va a decir que toda nuestra ira, nuestra pena y nuestra tristeza se dirigieron a él. No todo, pero sí una parte”.
“Era un blanco fácil”, agregó el músico. “Y creo que había un par de cosas sobre Jason, su personalidad… Era lo suficientemente tonto como para soportarlo, lo que era positivo para él. Creo que era muy fanático y nosotros odiamos eso. Odiamos esa parte. Queríamos ‘desfanatizarlo’ y volverlo tan duros como nosotros, así que tratamos de quitarle lo fanático. Tratar de que él también toque algo diferente, como lo haría Cliff. Él tocaba con púa y seguiría lo que yo haría [en la guitarra]”.
“Recuerdo que había momentos en los que tocaba y me daba la vuelta para que no pudiera ver lo que estaba tocando, así que no podía seguirme. Es, como, ‘Hacé lo que quieras hacer’. Pero, obviamente, en vivo, encajaba perfectamente: era una gran fuerza. Y vos escuchaste el bajo en vivo. No tenía miedo de acercarse al micrófono y ladrar cada vez que lo deseaba. Y sudaría, él realmente transpiraba, y puso mucho en los shows en vivo. Así que eso ganó mucho respeto, al menos creo que para nosotros, una vez que comenzamos a hacer una gira con él”, finalizó el nacido en Downey.
Por su parte, Hammett complemento:
“Jason trató de equilibrar las cosas como, por ejemplo, ser realmente prominente en esas canciones cuando se tocaban en vivo. Quiero decir, la rompió toda con esas canciones. Y se puede decir que dio todo”.
“Creo que parte de eso se debió a que estaba tratando de compensar el no haber sido escuchado en el álbum y esa fue su manera de que sus partes fueran escuchadas en una situación en vivo. Creo que hubo un poco de de eso”, finalizó Kirk de 55 años.
Podés ver la entrevista completa de Metallica con David Fricke a continuación, con el citado momento comenzando en la marca del minuto 28:35.