Jimmy Page ha aprovechado la actual temporada de distanciamiento social para reflexionar sobre su legado y brindar entrevistas bastante jugosas. La más reciente de ellas la concedió a la revista Rolling Stone, donde fue poco menos que modesto al atribuirse el origen de la distorsión de la guitarra, ya sea con el uso de un pedal o con una extensión que va al amplificador.
Al respecto, el británico de 76 años aseveró:
“La gente no sabe muchas de las cosas que he aportado a la música. Por ejemplo, una de las primeras cosas que traje a la ecuación, como músico de sesión, fue la caja de distorsión (overdrive), entonces conocida como caja de fuzz”.
Más adelante, el mítico guitarrista contó en detalle la historia detrás de su invención: “Conocí al ingeniero eléctrico Roger Mayer en una sesión y me dijo: ‘¿Hay algo de electrónica que crees que podría ser un buen añadido para tener con la guitarra?’. Y yo le contesté: ‘Claro, por supuesto’. Le toqué música con la guitarra y le dije: ‘Eso es lo que necesita’. Creo que tenía una grabadora en aquel momento, si enganchabas la guitarra con el encaje del micrófono podías conseguir un sonido realmente distorsionado. Cuando tocabas una nota, además, podías mantenerla de forma casi indefinida”.
Sus palabras causaron cierto revuelo en redes sociales, ya que muchos historiadores del rock afirman desde hace tiempo que fueron los miembros de banda The Kinks quienes crearon el sonido de guitarra distorsionada tal y como lo conocemos en la actualidad. Según declaraciones viejas del mismísimo Ray Davies, en un momento de despecho y mal humor rajó el cono de uno de sus amplificadores con ayuda de una cuchilla de afeitar para que el aparato sonara tan destrozado como él se sentía. Ese hallazgo permitió que el disco homónimo del grupo, publicado en 1964, tuviese una impronta bien ruidosa. La canción que es usada como ejemplo de su innovación es la genial “You’ve Really Got Me”.