Johnny Depp ya es todo un veterano de 55 años, y mientras a algunos les llega la sabiduría con la edad, a él parecen haberle ganado sus debilidades hasta cierto punto. Una muestra de ello es que hoy el actor se sincera sobre sus problemas de depresión, deudas y alcoholismo, lamentando no haber tomado mejores decisiones en el pasado.
Todo aquello lo confesó con una sentida y extensa entrevista que brindó a la revista Rolling Stone, para la que mantuvo una amplia conversación durante tres días con el periodista Stephen Rodrick.
Uno de los asuntos que más comentó fue el de su fallido matrimonio con la actriz Amber Heard, de quien se divorció en mayo de 2016 tras poco más de un año de haberse casado. Lo más preocupante de aquella ruptura fueron además las acusaciones de violencia física y psicológica que ella profirió en contra suyo.
Tras ello, el artista estadounidense confesó que le costaba siquiera llegar a un lugar y salir de allí con los ojos abiertos. Su rutina era más bien la de intoxicarse para tolerar la existencia y evadir su realidad.
Meses después, y como consecuencia de su rutina de gastos descontrolada, también le llegarían serios problemas económicos a Johnny, que por esos meses terminó de malgastar su fortuna que ascendía a $650 millones de dólares. La situación llegó a un punto crítico cuando unos abogados lo demandaron por un préstamo impago que había hecho para comprarse un yate, autos lujosos y aviones privados.
Otro de sus suntuosos gastos tenía que ver con sus adicciones, por ejemplo, gasta sumas desorbitadas en alcohol:
“Resulta insultante decir que gastaba 30.000 dólares al mes en vino. Porque gastaba mucho más”.
En esa misma entrevista, el actor predilecto de Tim Burton también detalla otros lujos excéntricos que se permitía, como el de contratar a alguien para le leyera al oído el guion de sus personajes. Aunque él se defiende argumentando que esa era una estrategia para dedicarse de lleno a la expresión de su cara en cada interpretación:
“Mientras no haya verdad en los ojos, no importa cuáles sean las putas palabras”.
Dentro de las actividades que lograban distraerlo de su fuerte depresión, también señala que se refugió en The Hollywood Vampires, agrupación de rock en la que toca en compañía de Alice Cooper y Joe Perry. Asimismo, comentó dedicar largos ratos a escribir sus memorias:
“Me sumergía en vodka por las mañanas y comenzaba a escribir hasta que se me llenaban los ojos de lágrimas y ya no podía ver las páginas”.
Todo parece indicar que el estilo bohemio característico de Depp no ha sido bien encaminado, o que por lo menos lo ha estado conduciendo por el sendero de la auto-destrucción, y lo que según él mismo comenta que más le duele es el lastimar a otros porque nunca ha tenido esa intención. De acuerdo con lo que comentó en la citada entrevista, ha tratado de ser bueno y poner a la sinceridad como valor supremo en su diario vivir.