Kate Bush volvió a los escenarios británicos el martes pasado para dar su primer concierto en 35 años. El show marcó el inicio de Before the Dawn, una residencia de 22 fechas en el Eventim Apollo de Londres.
El espectáculo, en vez de sólo limitarse a interpretaciones vocales por la cantante de “Wuthering Heights“, conjugó varias expresiones artísticas; incorporando elementos de video, teatro y circo e integrando también tecnología y efectos visuales. Semejante formato no tiene muchos precedentes, más allá tal vez de The Tour of Life, la última gira de la inglesa que sucedió en 1979.
El set de Bush empezó y cerró con algunos de sus hits, pero incorporó también un segmento intermedio dedicado a la completitud de The Ninth Wave, el lado experimental de su obra maestra Hounds of Love. A esto le siguió un bloque centrado en A Sky of Honey, el disco #2 de su álbum Aerial.
Las entradas para las funciones de esta mega producción se agotaron a los 15 minutos. Entre el público de Kate Bush se habrían avistado a figuras como David Bowie, Madonna, Björk y su amigo David Gilmour, quien descubrió a la artista cuando tenía apenas 16 años y ayudó a catapultarla a la fama.