Kurt Cobain no solo era fanático del rock, sino que sus gustos musicales iban más allá de las fronteras de un solo género, llegando a otros territorios como por ejemplo el hip-hop. Al igual que el grunge, el hip-hop pasó años debajo del radar de los medios especializados y del oyente casual, tardando en llegar al mainstream, lo que ocurrió en 1986 cuando Run-D.M.C editó su tercer álbum, Raising Hell, dando inicio a la llamada Edad de Oro del Hip Hop, que duró hasta finales de la década de 1990.
Según recuerda Far Out Magazine, durante esos años Cobain “se topó con It Takes a Nation of Millions to Hold Us Back de Public Enemy, más tarde nombrado por el líder de Nirvana como uno de sus álbumes favoritos de todos los tiempos”. El mencionado disco fue puesto a la venta el 28 de junio de 1988 y, entre sus canciones con líricas cargadas de comentarios sociales y políticos, contaba con “Rebel Without a Pause”, “Bring the Noise” y “Don’t Believe the Hype”, tracks que con el tiempo se convirtieron en himnos del rap.
Acorde a citas publicadas por The Independent, durante una entrevista de 1993 con Billboard, Cobain llamó al rap “la única forma vital de música que se ha introducido en el cuarto arte en mucho tiempo desde el punk rock”. Sin embargo, no todo era color de rosas para el cantautor y guitarrista. En un diálogo con Robert Lurosso en 1991 dijo: “Soy fanático de la música rap, pero la mayor parte es tan misógina que ni siquiera puedo lidiar con eso. La respeto y la amo totalmente porque es una de las únicas formas originales de música que se han introducido”.