En 1973 Bruce Springsteen hizo su debut discográfico con Greetings From Asbury Park, N.J., un álbum con el cual el norteamericano dio el primer paso de su exitosa carrera. Grabado en Blauvelt (Nueva York), el LP fue producido por Mike Appel y Jim Cretecos y dejó a propios y extraños encantados con lo que The Boss venía a ofrecerle al negocio del cuarto arte.
El proyecto debut del músico nacido en Nueva Jersey llegó incluso a oídos del gran David Bowie, quien para ese momento ya era uno de los artistas más grandes del mundo gracias a placas como The Man Who Sold the World (1970), Hunky Dory (1971) y The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars (1972), entre otros.
El británico supo reconocer el talento de su colega y disfrutó de las canciones que componían ese primer disco de estudio, pero hubo una que llamó su atención por sobre el resto, llegando incluso a causar un impacto en su vida: “It’s Hard To Be A Saint In The City”. Según recuerda Far Out Magazine, décadas después de la salida al mercado de Greetings From Asbury Park, N.J., el Duque Blanco comentó sobre Bruce: “Acá hay un gran escritor, y no me gusta mucho lo que está haciendo ahora”.
Acto seguido, dio su parecer sobre el LP y comentó cómo su mencionado tema preferido del mismo cambió su percepción sobre el transporte público de la Gran Manzana. “Me encantó este álbum cuando salió”, admitió. “Era Greetings from Asbury Park, N.J. y después de escuchar esta canción nunca más volví a viajar en metro. Se llama ‘It’s Hard To Be A Saint In The City’. Eso realmente me dejó totalmente anonadado”.
Acorde al citado medio, “la pista encuentra a Springsteen asumiendo el papel de una figura de Midnight Cowboy, un tipo genial, vestido de cuero, que busca encontrar su lugar en la ciudad arremolinada, llena de proxenetas, prostitutas y pobres. Eso sin hablar de los asaltantes que deambulan por los túneles del metro a altas horas de la noche”. Cabe mencionar que el track maravilló a tal punto a Bowie que realizó un cover del mismo en 1974.