La capacidad creativa y de ejecutar sus creaciones que tenían los Beatles era de otro planeta, incluso con todas las limitaciones técnicas que había en la época en la que John Lennon, Paul McCartney, Ringo Starr y George Harrison compartían banda.
El talento y las habilidades del cuarteto de Liverpool era tal que su primer disco, Please Please Me, fue grabado en tan solo 11 días, y aunque luego el productor George Martin decidió volver al estudio para realizar algunos arreglos de piano, casi la totalidad del disco se completó en ese tiempo.
Para materializar su LP debut, los Fab Four plantaron una especie de campamento en el Cavern Club de Liverpool, donde a la banda le tomó muy pocos intentos dar con versiones de los temas que terminaron recibiendo el visto bueno de Martin.
Durante la grabación se dieron dos casos particulares: el de “I Saw Her Standing There”, track que abre el proyecto y que, si bien se realizó varias veces, terminó incluyéndose al disco su primera toma, y el de “Twist and Shout”, canción que cierra el LP, y que solo necesitó de una toma para quedar lista.
Acorde al citado medio, “el tema se guardó para el final del día por los efectos que tendrían los gritos en la voz de John Lennon. En ese momento, el líder ya estaba resfriado, y en realidad se puede escucharlo toser en puntos a lo largo del álbum”.