A lo largo de más de cuatro décadas, The Cure logró lo que muy pocos artistas pueden presumir: mantener su relevancia sin la necesidad de resurgir, simplemente porque nunca desaparecieron del mapa. Su música evolucionó sin perder la esencia que los convirtió en un fenómeno, siempre guiados por la visión inquebrantable de su vocalista y líder Robert Smith.
El universo sonoro del grupo británico de goth rock se configura como un laberinto de emociones y matices, en el que cada proceso de experimentación resulta en nuevas capas de profundidad. A pesar de sus sutiles cambios con el paso del tiempo, la banda mantuvo una coherencia estilística única. Por más de que alguien ponga Songs of a Lost World, el último LP de The Cure, en un tocadiscos sin haberlo escuchado antes, no tardaría en reconocer que se trata de ellos.
En este derrotero musical, hay una canción que, para Smith, encapsula la esencia misma de The Cure. No se trata de “Boys Don’t Cry”, ni de “Friday I’m in Love”, ni siquiera de la emblemática “Pictures Of You”. La pieza que el líder de la banda considera el punto de inflexión en su trayectoria es “A Forest”. Según sus propias palabras, fue la canción que hizo que la gente comenzara a creer que podían “lograr algo”.
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¿Cuál es la canción perfecta?
Sin embargo, cuando se trata de la mejor canción pop de la banda, Smith tiene otra respuesta: “Just Like Heaven”. Para él, este tema representó todo lo que The Cure podía lograr sin comprometer su esencia. “Todos los sonidos encajaron, fue una sola toma y fue perfecta”, dijo sobre la grabación de la canción. Una de sus versiones favoritas es la reinterpretación de Dinosaur Jr., que, según Smith, influyó en la forma en que la ejecutan en vivo.
A diferencia de “A Forest”, con su estética oscura y minimalista, “Just Like Heaven” es una explosión de emoción contenida en una melodía pegajosa y luminosa, pero con la inconfundible esencia nostálgica de The Cure. Es el equilibrio perfecto entre la accesibilidad del pop y la sensibilidad melancólica de la banda, lo que la convirtió en una de sus canciones más atemporales.