Desde que nacen en el corazón y la mente de sus creadores hasta que finalmente pueden escucharse en un disco o en formato de single, las canciones pasan por muchas etapas y sufren diversas modificaciones, siempre en pos de mejorar el producto final. Sin embargo, hay ocasiones en las que, al manosear mucho una idea, el tema no termina siendo lo que su autor esperaba. Lo dicho anteriormente no solo le ocurre a los músicos menos expertos, sino también a aquellos catalogados como genios de la escritura como Bob Dylan, quien a pesar de su gran talento, ha admitido haber arruinado canciones.
Según recuerda Far Out Magazine, la leyenda de la música estadounidense en alguna oportunidad lamentó lo que ocurrió con su track “Jokerman”, el cuál él considera que se le fue de las manos. “Esa es una canción que se me escapó”, reconoció Robert Allen Zimmerman (nombre real del artista) sobre el tercer sencillo de su vigésimo segundo disco de estudio, Infidels. “Muchos temas de ese álbum se me fueron de las manos. Simplemente lo hicieron”.
Siempre acorde a lo reportado por el citado medio británico, el oriundo de Duluth (Minnesota) admitió que su creación no alcanzó todo su potencial, pero lejos de culpar a otros, asumió toda la culpa: “Los tracks de Infidels eran mejores antes de que fueran manipulados. Por supuesto, fui yo quien lo hizo. Sí, esa podría haber sido una buena canción”, dijo sobre “Jokerman” y agregó con pesar: “Podría haberlo sido”.