David Gilmour, mítico guitarrista de Pink Floyd, fue uno de los primeros en descubrir el increíble talento de Kate Bush cuando ella tenía apenas 16 años. Según lo reportado por medios especializados, el músico escuchó un demo de la cantante cuando aún no era conocida de forma masiva. Lo que ocurrió es que el nacido en Cambridge era amigo de un familiar de ella y terminó escuchando las primeras canciones de la diva casi que por pura causalidad en 1975.
De acuerdo con lo declarado por Bush durante una entrevista de 1985, por entonces ella no sabía realmente lo importante que era Gilmour porque aún no era fanática de su banda. Más adelante, fue David quien se refirió a lo mucho que le impresionó escucharla por primera vez. En un diálogo con la BBC, él señaló:
“Estaba intrigado por esta extraña voz. Fui a su casa, conocí a sus padres en Kent. Y ella tocó para mí, Dios mío, deben haber sido 40 o 50 canciones grabadas. Y pensé: ‘Debería intentar hacer algo”.
El rockero pasó de las promesas a la acción rápidamente y armó la grabación de tres de los demos: reclutó a Andrew Powell y Geoff Emerick, colaborador de los Beatles, para que trabajaran en las sesiones. Naturalmente, Kate recuerda todos esos esfuerzos con mucha gratitud, y hasta ha afirmado frente a la prensa: “Él fue verdadero responsable de que yo consiguiera mi contrato de grabación con EMI”.
La canción de Bush con la que David convenció a los representantes de la discográfica fue “The Man with a Child in his Eyes“. El acuerdo logrado permitió que Kate editara cinco discos, incluido su debut The Kick Inside producido por Gilmour. Afortunadamente, la amistad entre ambas figuras se ha mantenido intacta a lo largo de los años y han colaborado en varias ocasiones. Por ejemplo, Gilmour hizo coros para ella en “Pull Out the Pin” y tocó la guitarra en “Love and Anger” y “Rocket’s Tail”.