Desde que existe el cine, la recopilación visual (y luego audiovisual) ha sido clave para la recapitulación de la música popular. Conciertos, festivales, entrevistas, momentos que parecen y se sienten únicos, pueden ser plasmados para la prosperidad y servir como una nueva experiencia para generaciones futuras.
El documental de música es uno que tiene una antigua tradición. Desde sus comienzos a principios de los sesenta, documentando conciertos de jazz y folk, o siguiendo a artistas excéntricos, se ha podido expandir la noción de este género fílmico como una manera de documentar, ya sea una escena o una vida, y que estos artistas se vuelvan en iconos a partir de su recolección.
Ese posible estudio en iconografía ha podido continuar a partir de un mejor acceso a equipos de grabación y de restauraciones de archivos. La recontextualización de distintos momentos, junto con la posibilidad de capturar lo contemporáneo y ver cómo se relaciona con el pasado, hace que la historia de los documentales de música sea extensa y compleja.
Con esas reflexiones en mente, Indie Hoy recapitula los 20 mejores documentales sobre música, con un enfoque tanto en lo clásico como en lo más escondido.
Monterey Pop
1968 – Dir: D. A. Pennebaker
Directo desde el océano del verano del amor, California se definía como el lugar para difundir el mensaje de paz y amor en 1967. Donn Alan Pennebaker, uno de los pioneros e innovadores del documental moderno, pinta el Monterey Pop Festival con tantos colores, más allá de solo lo psicodélico. Su misión es, en 80 minutos, encontrar y transmitir la comunión fermentada a través de miradas, cortejos y una posible fuerza externa que hacía que tanto los músicos como la audiencia fueran una y se volvieran una masa. Se puede ver en las entradas hacia la noche de Simon & Garfunkel, los freak outs celestiales de Janis Joplin y Otis Redding (como una despedida desesperada y prematura), la inmortalidad de Jimi Hendrix incendiando su guitarra, o la búsqueda lúdica de tonos y armonías de Ravi Shankar, entre muchas otras presentaciones. No importa si el festival fue o no un lugar especial, único, irrepetible, pero este documental hace que uno lo viva de esa forma.
Woodstock
1970 – Dir: Michael Wadleigh
Lo dice Arlo Guthrie justo en el punto medio de la película: “¡Qué montón de freaks!”. La documentación de uno de los festivales musicales más icónicos del rock, un símbolo omnipresente de la contracultura, se mitologiza a sí mismo sobre la marcha. Las atracciones principales están: Santana con su imponente “Soul Sacrifice”, la euforia de Joe Cocker con la definitoria “With a Little Help from My Friends”, los radiantes Sly and the Family Stone con una versión cuasi-gospel de “I Want to Take You Higher”, y Hendrix (una vez más) tocando “The Star-Spangled Banner” con los dientes. Pero Woodstock lidia de forma extensiva con la ideología hippie. Dedica montaje tras montaje a la inmensa cantidad de personas unidas y la conformación de un mensaje consistente y sincero de paz y amor en medio del frenesí. Nadie niega el caos total: todo lo contrario, lo aceptan. Piensan en un mundo utópico, y de esa forma se comportan. Aquí se pueden ver las mejores facetas del idealismo inocente.
Let It Be
1970 – Dir: Michael Lindsay-Hogg
Es entendible pensar que este documental, la crónica del intento fallido de The Beatles de grabar el disco Get Back, ha quedado obsoleto luego de la expansión de este mismo material a partir de las manos de Peter Jackson el año pasado. Ciertamente, los 80 minutos de Let It Be no cubren todo de manera tan intensiva. Pero se debe pensar que este documental original se veía forzado a cubrir la ruptura de una banda clave para el desarrollo de la música popular, y servir como una celebración de lo que habían armado, y cómo no querían que eso se desvaneciera. Lindsay-Hogg le hace honor a la intención original de la documentación: ver los momentos claves de grabación para lo que sería su último disco, Let It Be. No solo los momentos altos del famoso concierto en la terraza, sino el folk amistoso de “Two of Us”, la improvisación extendida de “Dig It”, e incluso una grabación alternativa de la eterna “Let It Be”. Más que la retrospectiva 50 años después, Let It Be es un fiel producto de época.
Rock, hasta que se ponga el sol
1973 – Dir: Aníbal Uset
En la tercera edición del Festival B.A Rock, los próceres de la música nacional se cruzaron con el futuro. Como característica distintiva, los artistas aparecen filmados dos veces: en vivo y en proto-videos musicales que le dan mucho más color al folk psicodélico que cubría el rock nacional a principios de los setenta. Se deben dar nota de nombres más pesados como Billy Bond y La Pesada del Rock n Roll burlando a la burguesía, Vox Dei con su incursión religiosa y la tradición exaltada de Pappo’s Blues. En medio de ellos, está Pescado Rabioso juguetón y suelto, con un Spinetta asentado como un ícono. Y casi escondido, está un Sui Generis joven y verde, presentando su inmortal “Canción para mi muerte” antes de que ganara su lugar como clásico nacional. De forma muy consciente, la escena del rock argentina estaba en proceso de revelación, y todos parecen disfrutarlo.
The Decline of Western Civilization
1981 – Dir: Penelope Spheeris
“Decline”, declive, es la palabra clave aquí. Penelope Spheeris se enfoca en demostrar el derroche de vida de la escena de hardcore punk neoyorquina, luego de la explosión y desaparición del punk mainstream a finales de los setenta. Ahora, lo que queda son historias y personas en situaciones precarias, adictas a varias drogas, con odio y enojo, sin poder desahogarse de ninguna forma duradera. El thrash del pogo es letal y las bandas en las que se enfoca la cámara son tanto entrañables en su ternura efímera (el romance de X), tristes en su desenlace trágico (Germs y su líder roto, Darby Crash), o simplemente odiosas y repelentes (el enojo provocador de Fear). Todo se derrumbaba y ninguna banda, ni siquiera Black Flag, que pudo escapar de la escena, iba a quedar intacta. Un retrato de varias crisis personales y, por lo tanto, colectivas.
Buena Vista Social Club
1999 – Dir: Wim Wenders
Una especie de “supergrupo” de héroes no ajusticiados de la música cubana, el disco Buena Vista Social Club sirvió para reivindicar y reintroducir al resto del mundo occidental a la cultura que todos estos inmensos músicos ayudaron a cultivar. Este documental, del gran cineasta alemán Wim Wenders, marca la historia del grupo luego del impacto del disco producido por Ry Cooder y el reconocimiento que lograron obtener. Además de eso, se ve al grupo entero tocando en Carnegie Hall y el carisma nato se plasma de forma orgánica, llena de sonrisas, guiños y aplausos. Y un comentario adicional para “El cuarto de Tula” en vivo, que hace que todos los miembros se saquen chispas como un coqueteo sonoro.
Buscando a Reynols
2004 – Dir: Néstor Frankel
Si algo que Reynols tiene sin dudar, es el poder de incitar reacciones en los demás. Este grupo de improvisación libre (aunque no les gusta ser clasificados) es reconocido mundialmente por capturar, tanto en estudio como en vivo, la falta de predictibilidad en sus proyectos musicales. Buscando a Reynols se llena de devotos al grupo y a su “líder espiritual”, Miguel Tomasín, una figura muy querible y reconocible. A pesar de su condición de ser un hombre con síndrome de Down -o, para mucha gente, gracias a dicha condición- logró encontrar una identidad musical sacada tanto de Lou Reed como de Santana, con un montón de feedback y drone reinforzado por sus dos miembros acompañantes. El documental busca no acercarse al posible fetiche, ni de un lado ni del otro, y encuentra a una banda que, con todos sus aires conceptuales, parece estar pasándola bien.
George Harrison: Living in the Material World
2011 – Dir: Martin Scorsese
Si confiamos en las casi cuatro horas (más que merecidas) que nos ofrece Martin Scorsese sobre la vida del Beatle más espiritual y místico, podremos testificar que George Harrison irradiaba luz hacia dónde iba. Su alma tomó el espíritu de “amor libre” bastante en serio y trató de cultivar esa paz interna, tanto para él como para sus colegas y su familia, toda su vida. Su énfasis en la meditación y la importancia del mantra interno se ve reflejado de forma consistente en cómo Scorsese pasa por tantas personalidades que formaron, en distintos momentos, parte de la vida de George (Paul y Ringo, pero también Eric Clapton, Jeff Lynne, Terry Gilliam, y sus esposas Pattie y Olivia). Sus hitos tanto personales como artísticos son tratados con la misma importancia, siempre con la reverencia apropiada, pero nunca cayendo en el culto de personalidad, que es es lo que George jamás hubiese querido. En cambio, Scorsese logra unir la leyenda con el hombre que la formaba.
20 Feet from Stardom
2013 – Dir: Morgan Neville
Una historia sobre varias personas dejadas atrás, a veces de forma intencional. La historia sobre las vocalistas de fondo más notables en la historia del soul y el rock es una de negligencia y desprecio de parte de productores como Phil Spector, pero también una de respeto y apoyo mutuo por parte de las mismas vocalistas. La brillante Darlene Love, reconocida por su clásico de navidad “Christmas (Baby Please Come Home)”, es el modelo a seguir, de perseverancia y dedicación. En sus pasos, mujeres como Merry Clayton (quien es la voz detrás de “Gimme Shelter”) y Lisa Fischer traspasan generaciones, y se mantienen trabajando con determinación y vigor, junto con un amor por la música más que palpable.
Imágenes paganas
2013 – Dir: Sergio Constantino
La presencia de Federico Moura es una que todavía se siente en el pop nacional. El legado de Virus como una banda políticamente activa, pero con un lado romántico y sensual, junto con su importancia para la comunidad LGBTQ+, es un legado que es difícil evocar de forma resumida. Pero Imágenes paganas se empeña en poder hablar con todos los que estuvieron allí, tanto a favor como en contra del curso de la banda, para comprender su impacto. Además, Sergio Constantino tiene la idea novedosa de ficcionalizar la vida de una fan de Virus y su progresión de vida, creciendo junto con la música. Añadiendo al misticismo y la atemporalidad de las imágenes que el grupo conjuraba, logra hacerle justicia al alma fantasiosa de su líder ido.
El club de los 50
2017 – Dir: Sergio Constantino
Constantino, de nuevo, se enfoca en figuras, esta vez todavía vivas, que tratan de forjar su propio camino fuera del legado que la historia les impuso. Seis músicos veteranos, de profesión: Willy Crook (ex-Patricio Rey y Sus Redonditos de Ricota), Claudia Puyó (colaboradora frecuente de Fito Páez y Fabiana Cantilo), Gustavo Bazterrica (ex-La Máquina de Hacer Pájaros), Tito Losavio (ex-Man Ray), el trovador Ica Novo, y el letrista Marcelo Scornik. Algunos con más reconocimiento que otros, pero todos tratando de continuar sus carreras, esta vez a su propia manera. El club de los 50 muestra historias de resiliencia, de gente que cree en la filosofía del “todo se puede” que el viejo rock and roll ofrecía.
Matangi / Maya / M.I.A.
2018 – Dir: Steve Lorridge
La graciosa, ácida, seria, política, agitadora, multifacética M.I.A. tiene su momento para brillar luego de documentar su ascenso y conflictos durante casi dos décadas. Steve Lorridge tiene suficiente material para trabajar y no siempre muestra a Maya en sus mejores momentos. Hay vergüenza, angustia, y mucha duda propia en medio de tanto activismo. Lo que se muestra aquí es tanto una artista como una persona que, al ser puesta en el modelo de estrella pop, nunca pudo transmitir su mensaje sobre los problemas de Sri Lanka, su país natal, ni sus propias creencias sobre la hipocresía de la industria musical. Solo cuando se retiró del estrellato (o tal vez la echaron a ella), pudo dedicarse a lo que la fascinaba, su arte musical ecléctico y potente, sin detractores. Una lucha que contiene multitudes.
Grita
2018 – Dir: Yago Blanco
Un momento efímero y cargado, contenido por la gente que todavía recuerda. La escena argentina de hardcore a principios de los noventa, justo a comienzos del menemismo, es una de gente que logró encontrar un lugar para desahogar su enojo y angustia, y al mismo tiempo ser contenidos. No es coincidencia que una de las bandas claves de este movimiento se llamaba Actitud Positiva. A pesar de todos los insultos que podían tirar, el punto del arte era uno de mejora social, repudio al nihilismo, y comunión reforzada por el ethos del straight edge. Bandas como 2 Minutos y E.D.O. todavía siguen andando, pero el momento clave del movimiento, el compilado Mentes abiertas: La verdadera invasión es uno que no necesita repetirse. Una vuelta de victoria para el under.
Una banda de chicas
2018 – Dir: Marilina Giménez
Otro recorrido por lo que tiene que ofrecer el under, esta vez estrictamente femenino. La carencia de mujeres de parte del supuesto cánon (tanto nacional como internacional) es uno que genera un hambre distinto en las mujeres que quieren o entrar en ese mundo, o construir uno de cero. Giménez hace un trabajo minucioso para demostrar que el objetivo en común de todas estas bandas de chicas no es tanto musical, sino ideológico: formar una paleta sonora propia a partir de la hegemonía femenina. Bandas como Las Taradas, Ibiza Pareo y Kumbia Queers piensan en la importancia de ese ideal feminista contemporáneo, y artistas como Sasha Satya y Miss Bolivia lidian con mayores diferencias económicas y sociales que continúan la lucha desde distintos planteos. El énfasis en tener a mujeres en frente y detrás de los escenarios se mantiene, y aunque no siempre se logra, la voluntad que este documental muestra hace creer que pueden y deberían poder lograrlo.
Rolling Thunder Revue: A Bob Dylan Story By Martin Scorsese
2019 – Dir: Martin Scorsese
Aquí, hay un desafío. A simple vista, Scorsese retrata a Bob Dylan en su gira de 1975, acompañado por amigos y pares como Joni Mitchell, Joan Baez, Roger McGuinn, y Patti Smith, entre muchos otros. Un momento extravagante en la historia de Dylan, repleto de viajes y personajes exóticos, un espíritu de magia parecía estar en el aire. Es esa misma “magia” la que Scorsese aprovecha. Si la línea entre la realidad y la ilusión es tan difusa, ¿por qué no jugar con ella? Conjura hechos, personajes, momentos, completamente ficticios, y exacerba tanto los momentos verdaderos a punto de ridículo, que tratar de distinguir entre ambos es una misión inútil. Rolling Thunder Revue cuestiona la noción de “documentar”, y señala la importancia del contexto, tanto pasado como presente, de una forma que hay que ver para, tal vez, creer. Pero si se necesita prueba explícita de al menos algo, se puede empezar con esta versión demoledora de “A Hard Rain’s A-Gonna Fall”: el momento en que el folk contemplativo se convirtió en rock vicioso.
Juansebastián
2019 – Dir: Diego Levy
El enfoque de Juanse hoy en día, post Ratones, post drogas, post Pomelo, es uno de comunión. Comunión en el sentido de vivir sin contradicción entre sus varias vidas. Dedicarse a la adoración de Jesucristo y la esencia del rock n roll que lo definió durante tanto tiempo. Juansebastián pinta a un hombre que quiere demostrar que puede estar en paz consigo mismo, tener una conexión espiritual profunda y significativa, y también subirse a un escenario y tocar “Vicio”, y que no haya una disonancia cognitiva dentro suyo. Un desafío ambicioso, pero parece lograrlo de forma honesta, ya que ha logrado comprender encontrar la percepción para identificar cuándo y en qué se debe enfocar. Gente como Charly, que ha comprendido lo qué es estar al borde, lo acompañan y apoyan. Juanse se muestra como un hombre agradecido, consciente de sus acciones; para un ícono tan presente, es una bendición.
Retrato incompleto de la canción infinita
2020 – Dir: Roly Rauwolf
El punto de partida es su disco seminal del synthpop argentino: Silencio de Los Encargados. Daniel Melero, un hombre sin escrúpulos, está más que dispuesto a admitir los problemas que tiene con su propio arte y lo en paz que está con ello. Pasando por su trabajo con bandas icónicas como Soda Stereo (y luego Cerati solista), Melero se ve a sí mismo como un “catalizador” para procesos que iban a suceder de todas formas. Se lo ve hablando libremente, creando conflicto en el momento de crear música, porque su mayor interés es uno sonoro. Este documental muestra cómo, a través de los años, Melero mantiene una filosofía libre y laboriosa sobre el arte – al fin y al cabo, para él, todo disco es una obra inconclusa, y hay que aprender a soltar. Su canción “Trátame suavemente” o su primitiva “Orbitando” vivirán más allá de su autoría, y le agrada esa conclusión.
Summer of Soul (…Or, When the Revolution Couldn’t Be Televised)
2021 – Dir: Questlove
Durante todo el verano de 1969, al mismo tiempo que Woodstock, sucedía el Harlem Cultural Festival, dedicado a la música soul que estaba llegando a un apogeo popular que permanecería durante varias décadas. El material que conforma esta película, una cobertura de alta calidad de este festival, captura una grandeza como poco trabajo archival. Stevie Wonder tocando un brillante solo de batería, The 5th Dimension y Sly and the Family Stone irradiando un aura jovial, las palabras feroces de la enorme Nina Simone, o el gospel trascendental de Mahalia Jackson con Mavis Staples, y más. Este es material de alto calibre, un monumento a la música afroamericana. El hecho de que se haya mantenido escondido durante medio siglo hace que el director Questlove tenga un mayor interés en hacer que el momento de la revelación de dicho material sea dichoso. Es la celebración de hace tanto tiempo, traspuesta en el presente.
The Sparks Brothers
2021 – Dir: Edgar Wright
Si los hermanos Mael le rindieron tributo al arte de hacer música durante los últimos 50 años, Edgar Wright aquí les rinde tributo a su constante perseverancia. Les dedica el tiempo apropiado a todos sus 25 discos, sin hacer pasajes bruscos, para traspasar del glam rock al electro disco (de la mano de Giorgio Moroder) al new wave al pop sinfónico a su proyecto con Franz Ferdinand. Sparks han funcionado como dos eclécticos, al borde del mainstream durante toda su carrera, jugando con el significado de hacer música “pop”, siempre con convicción, humor y amor por su arte. Ese amor se ha traducido de distintas formas: Thurston Moore, New Order, Erasure, “Weird Al” Yankovic, Beck, e incluso Björk salen de sus mundos para expresar su admiración, en un momento de reivindicación artística para el dúo. Nunca se dejaron definir y aquí nadie trata de hacerlo.
The Velvet Underground
2021 – Dir: Todd Haynes
Era justicia poética que Todd Haynes, uno de los directores de cine que más se dedicó a los desafíos de la comunidad LGBTQ+, haga un documental sobre The Velvet Underground. Con una actitud en contra de la contracultura, Lou Reed escribía sobre la escoria de la ciudad sin excluirse a sí mismo, y el resto de la banda le añadía la atemporalidad del minimalismo y drone de La Monte Young y John Cage. Haynes le hace justicia al mentor de la banda, Andy Warhol, al dividir las pantallas y tratar todo el material como meditaciones sobre la banda, con sus descontentos, culturales y personales, que los inspiraron a hacer su obra vanguardista. El miembro clave sobreviviente, John Cale, queda como el relator más icónico de la historia, pero todos los que realmente estaban ahí tienen su momento. No solo se cuenta el relato, sino que se forma una atmósfera correspondiente con la visión de la banda.