Detrás de todo gran músico hay diversas influencias. Como no podía ser de otra manera, tal es el caso de Maynard James Keenan, quien en 2018 reveló cuáles fueron los discos que más lo marcaron como parte del segmento Music Ruined My Life del programa radial de la BBC Radio 1, Rock Show With Daniel P Carter. Durante la entrevista, el líder de Tool habló en profundidad sobre cuatro álbumes: Blue (1971) de Joni Mitchell; Black Sabbath (1970) de Black Sabbath; Q: Are We Not Men? A: We Are Devo! (1978) de Devo, y Things We Lost In The Fire (2001) de Low.
Sobre el disco de la cantautora canadiense, el oriundo de Ravenna -quien tenía siete años cuando el LP fue editado-, comentó: “No sé cómo logró expresar todo esto en un período de tiempo tan breve y conciso para un niño que estaba viendo películas de monstruos el sábado. Pero en realidad pudo transmitirme que ahí había una persona que es una mujer, que estaba escribiendo sus propias canciones y produciendo, mezclando y lanzando sus propios temas, y es una mujer que lucha cuesta arriba en un mundo de rock plagado de hombres. Así que me di cuenta de inmediato. Incluso tan joven como era, eso tenía sentido y pensé: ‘Oh, es alguien que va contra la corriente de alguna manera’“.
A la hora de referirse al primer trabajo discográfico de Ozzy Osbourne y compañía, Keenan recordó: “Ese fue el momento en que estaba viendo esas películas de monstruos los sábados, todos drogados con azúcar en la casa de la abuela. Creo que fue entonces cuando mi tía se acercó y dijo: ‘Tienes que ver esto. Si vas a ver películas de vampiros, escucha esta banda sonora’. Y fue Black Sabbath, bastante increíble“, agregó. “Así que solo tenía eso. Bajaba el volumen de la televisión y solo escuchaba el álbum viendo las películas de monstruos”.
Q: Are We Not Men? A: We Are Devo! fue otro de los LPs que marcó a fuego al artista, quien encontró en él “un enfoque fuera de lo común”. “Si escuchas algunos de esos primeros discos, muchas de esas primeras canciones parecen ser copias directamente de temas clásicos de rock, aunque aceleradas y bastante peculiares. Así que los oís, es como si trataran de endurecer el rock clásico en esta extraña naturaleza digital y peculiar. Me encanta eso. Una vez más, me sacó de mi comprensión convencional de la música a medida que avanza”, señaló.
Finalmente, cuando llegó el turno de Things We Lost In The Fire, el cantante destacó “la moderación y la paciencia” del álbum. “He tenido muchos amigos a lo largo de los años, en todos mis proyectos, y siempre soy el que dice: ‘Si disminuimos la velocidad, podría ser algo muy intenso’, porque entiendo la paciencia que Pink Floyd tiene cuando no tocan la nota todavía y esperan hasta que esto termine su ciclo emocional antes de pasar a la siguiente. Esa disciplina es muy difícil para los músicos porque buscan la recompensa de inmediato. Entonces, en este disco, Things We Lost In The Fire, hay mucha paciencia y moderación. Solo la paciencia entre notas y golpes. Es una exhibición tan hermosa de ‘No, hay una imagen más grande acá. Estamos creando un estado de ánimo’”.