El domingo por la noche, Louis C.K. ofreció un show sorpresa en el Comedy Cellar, un club de comedia ubicado en Manhattan. De por sí, el hecho generó controversia porque nadie (ni siquiera Noam Dworman, el dueño del lugar) sabía sobre la espontánea presentación del comediante, quien en noviembre del año pasado admitió ser el responsable de tener conductas sexuales inadecuadas con varias mujeres.
A pesar de eso, la gran mayoría de los presentes en el Comedy Cellar le dieron una “real ovación” al comediante, según le contó Dworman a The Hollywood Reporter. Pero, por el otro lado, también hubo algunas personas que no estuvieron felices con la idea de que el oriundo de Washington, D.C. se suba a la tarima. El segundo fue el caso de dos mujeres que prefirieron no dar sus nombres y hablar con Vulture.
“La audiencia estaba muy eufórica cuando Louis C.K. entró”, señaló una de las testigos.
“Fueron claramente solidarios y sorprendidos cuando apareció, pero había varias mujeres sentadas en la primera fila”.
Por su parte, su amiga que pidió ser identificada con las iniciales S.B., agregó:
“Había al menos cuatro o cinco mujeres que podía ver y tres o cuatro de ellas no se reían en absoluto. Sólo lo miraban, inexpresivas, derechas, sin causarles gracia”.
Además, como si esto no fuera suficiente para una sola función, las fuentes también confesaron haber quedado bastante disgustadas con un chiste que C.K. hizo sobre los silbatos anti-violación que las mujeres usan cuando se sienten amenazadas por la calle.
Según relató la dupla, el comediante quiso hacerse el gracioso con un comentario sobre la frase “limpio como un silbato” (usada para manifestar que alguien es libre de toda culpa sobre un hecho), lo que se convirtió en una broma sobre cómo los silbatos anti-violación no están limpios.
“Cuando dijo ‘silbato anti-violación’ la gente se reía y yo estaba sentada ahí como ‘Oh, mierda. Esto es tan incómodo y tan desagradable’. Todos a mi alrededor se reían. Eso fue deprimente”, se lamentó una de las mujeres.