Massive Attack anunció la retirada de todo su catálogo de Spotify. Con casi ocho millones de oyentes mensuales en la plataforma, la banda de Bristol se convierte en uno de los nombres más grandes en sumarse al boicot contra el servicio de streaming por los vínculos del CEO de la plataforma, Daniel Ek, con la industria armamentista.
La medida se enmarca dentro de la campaña internacional "No Music For Genocide", que ya cuenta con la adhesión de más de 400 artistas y sellos que solicitaron el bloqueo de su música en Israel como parte de un boicot artístico y cultural contra lo que describen como "apartheid, crímenes de guerra y genocidio".
En un comunicado difundido en Instagram, Massive Attack explicó: "En el caso de Spotify, la carga económica que siempre ha recaído sobre los artistas ahora se ve agravada por una carga moral y ética, en la que el dinero de los fans y el trabajo creativo de los músicos termina financiando tecnologías letales y distópicas. Suficiente es más que suficiente. Hay otro camino posible”.
La banda le pidió formalmente a su sello, Universal Music Group, que retire su música de todas las plataformas en Israel. En paralelo, presentaron una solicitud independiente para eliminar su catálogo de Spotify en todos los territorios, dejando en claro que la decisión no solo responde a motivos políticos, sino también a cuestionamientos éticos hacia el modelo de negocio de la plataforma de streaming.
"En 1991, el azote del apartheid en Sudáfrica cayó gracias a boicots, protestas y la negativa de artistas a ser cómplices. En 2025, lo mismo aplica para el Estado genocida de Israel”, señaló la banda a través de sus redes, llamando a otros músicos a sumarse a esta iniciativa.

Más de 400 artistas en la campaña
Además de Massive Attack, la lista de artistas que participan en "No Music For Genocide" incluye a Rina Sawayama, Faye Webster, Arca, Fontaines D.C., King Krule, Japanese Breakfast, Amyl and the Sniffers, Kelela, MØ y Erika de Casier, entre otros.
Los organizadores de la iniciativa explicaron en un comunicado: "La cultura no puede detener las bombas por sí sola, pero puede rechazar la represión política, cambiar la opinión pública hacia la justicia y negarse a normalizar a cualquier empresa o nación que cometa crímenes de lesa humanidad”.
Este movimiento se suma a otras acciones de solidaridad con Palestina por parte del mundo del espectáculo. Por ejemplo, más de cuatro mil cineastas firmaron un compromiso para no trabajar con instituciones israelíes, mientras que actores como Joaquin Phoenix y Brad Pitt respaldan proyectos artísticos de denuncia sobre la guerra en Gaza.