Nick Cave lleva décadas de trayectoria y en el proceso se ha ganado un lugar entre los grandes nombres de la música. Sin embargo, eso no le impide mantener el contacto directo con sus fanáticos, especialmente a través de su blog Red Hand Files, a través del cual sus seguidores le dejan preguntas que el australiano luego contesta de primera mano.
Recientemente, Cave recibió un mensaje de Eugenio, un adolescente de 17 años oriundo de Roma, quien le compartió el dilema en el que se encuentra: quiere publicar un EP en el que estuvo trabajando junto a su banda en un gran estudio, pero al mismo tiempo considera la opción de esperar porque cree que su canto podría mejorar.
Al preguntarle a Cave qué debería hacer, este le respondió:
“Cuando comencé como cantante tenía exactamente la misma edad que tú tienes ahora y no tenía idea de cómo hacerlo. En general, dentro de mi banda, que estaba formada por amigos de la escuela, me consideraban la persona ‘no musical’. Me convertí en cantante no por ningún talento explícito, sino porque tuve la tenacidad de pararme frente a la gente, únicamente con carencias y arrogancia, y afronté alegremente la condena de aquellos que tuvieron la desgracia de escucharme. Canté y canté un poco más, porque sabía que eso era lo que hacían los vocalistas. Con el tiempo encontré una voz que podía llamar mía y que en su mayor parte podía transmitir una melodía. A través de esto aprendí algo valioso: una especie de resistencia desafiante a los mensajes, principalmente en mi propia cabeza, que me decían que mi canto podría ser mejor. Me volví duro y protector con mi visión y aprendí que lo que ‘podría ser mejor’ era en realidad la energía siempre vital que me impulsaba hacia adelante”.
Luego, Cave desafió a su joven fanático a tomar el toro por las astas y avanzar en su carrera musical. “Si tu intención es ser cantante, Eugenio, entonces necesitas cantar y cantar un poco más. No es objeto de debate si vas o no al estudio cuando tienes la oportunidad. Es tu deber contigo mismo hacerlo. Si no aprovechas estas oportunidades para cantar, es posible que siempre seas ese niño melancólico que mira por la ventana de un sueño que nunca tuvo la seguridad de encarnar, y hay pocas cosas más tristes en este mundo que alguien que renuncia a sus sueños”.
“Entonces, ¿eres cantante, Eugenio? ¿Lo eres? Si es así, entonces realmente no hay otra opción: entra al estudio y demuéstralo. Estamos obligados a hacer nuestros mejores intentos para convertirnos en lo que deseamos ser. De lo contrario, vamos a seguir siendo para siempre los lamentables cómplices de nuestra propia derrota”, sentenció Cave.