La muerte de Kurt Cobain marcó el final de la historia de Nirvana y es imposible saber qué hubiera sido del grupo de Seattle si su líder no hubiera tomado la decisión de quitarse la vida. Aún así, Dave Grohl, baterista de la banda ícono del movimiento grunge, cree que hubieran seguido haciendo música hasta el día de hoy.
En su propio episodio de Medicine At Midnight Radio: Meet The Foo Fighters, el show que el conjunto grabó para Apple Music con el fin de promocionar su flamante disco, Medicine At Midnight, Grohl contó algunas antiguas y significativas anécdotas, como por ejemplo el explosivo éxito de Nirvana después de su álbum de 1991, Nevermind.
“Los shows eran cada vez más grandes”, recordó. “El público era cada vez más grande. Las multitudes fuera de los conciertos eran más grandes que las de dentro de los mismos. Pudimos ver que algo estaba sucediendo, pero realmente nunca esperábamos que fuera así. No creo que ninguno de nosotros esperara eso”.
A pesar de esa popularidad, el trío -también conformado por el bajista Krist Novoselic– solo pudo editar un álbum más, In Utero (1993), antes de la prematura muerte de Kurt, pero Dave cree que la historia hubiera sido muy diferente si él siguiera vivo:
“Por supuesto, [la muerte de Cobain] fue una experiencia increíblemente desafiante. Y, en última instancia, una de las más grandes tristezas de mi vida es que Nirvana no esté todavía acá hoy, haciendo música, sea llamándose Nirvana o de otra manera”.
“Es una de las más grandes tristezas de mi vida que Kurt no esté todavía acá para escribir más canciones increíbles porque está bastante claro que fue bendecido con un regalo. Creo que es seguro decir que fue el mejor compositor de nuestra generación. Estoy muy orgulloso de poder decir que pude ser su baterista y tocar esos temas todas las noches”, agregó.